Los materiales radiactivos y las radiaciones ionizantes se utilizan ampliamente en medicina, industria, agricultura, docencia e investigación. En medicina, el uso de radiaciones ionizantes se encuadra en la aplicación de técnicas de radiodiagnóstico, radioterapia y medicina nuclear.
¿Por qué no es peligrosa la exposición a ellas?
La radiación ha estado a nuestro alrededor a lo largo de nuestra evolución. Por ello, nuestros cuerpos se han adaptado para lidiar con los niveles bajos a los que estamos expuestos todos los días. Pero demasiada radiación puede dañar los tejidos al cambiar la estructura celular y dañar el ADN.
La radiación no es nada nuevo, ninguna creación que los humanos inventamos durante la industrialización del siglo pasado. Siempre ha estado con nosotros e incluso dentro nosotros. De hecho, la propia Tierra genera gran parte de la radiación a la que estamos expuestos.
2. Radiación Cósmica
Al igual que los personajes de una película de ciencia ficción, estamos constantemente bombardeados por la radiación cósmica. Cerca del 8 por ciento de nuestra dosis anual de radiación proviene del espacio exterior.
3. Exposición médico-dental
Desde hace unas décadas, los médicos han empleado todo una sopa de letras (MRI, CT y PET entre otros) en las exploraciones para encontrar irregularidades. En medicina nuclear se utilizan pequeñas cantidades de isótopos radiactivos para detectar anomalías en los sistemas de órganos. Además del uso de los rayos-X.
4. Radón
El radón es un gas radioactivo generado por la desintegración del uranio en las rocas y suelo. A medida que decae uranio, el radón se va produciendo y filtrando en los edificios, su acumulación puede significar un peligro para la salud. Más de la mitad de nuestra exposición a la radiación proviene del radón, sólo el consumo de tabaco provoca más casos de cáncer de pulmón.
¿Qué radiaciones utilizamos en la vida cotidiana?
Los materiales radiactivos y las radiaciones ionizantes se utilizan ampliamente en medicina, industria, agricultura, docencia e investigación. En medicina, el uso de radiaciones ionizantes se encuadra en la aplicación de técnicas de radiodiagnóstico, radioterapia y medicina nuclear.
¿Por qué no es peligrosa la exposición a ellas?
La radiación ha estado a nuestro alrededor a lo largo de nuestra evolución. Por ello, nuestros cuerpos se han adaptado para lidiar con los niveles bajos a los que estamos expuestos todos los días. Pero demasiada radiación puede dañar los tejidos al cambiar la estructura celular y dañar el ADN.
Respuesta:
1. La Tierra misma
La radiación no es nada nuevo, ninguna creación que los humanos inventamos durante la industrialización del siglo pasado. Siempre ha estado con nosotros e incluso dentro nosotros. De hecho, la propia Tierra genera gran parte de la radiación a la que estamos expuestos.
2. Radiación Cósmica
Al igual que los personajes de una película de ciencia ficción, estamos constantemente bombardeados por la radiación cósmica. Cerca del 8 por ciento de nuestra dosis anual de radiación proviene del espacio exterior.
3. Exposición médico-dental
Desde hace unas décadas, los médicos han empleado todo una sopa de letras (MRI, CT y PET entre otros) en las exploraciones para encontrar irregularidades. En medicina nuclear se utilizan pequeñas cantidades de isótopos radiactivos para detectar anomalías en los sistemas de órganos. Además del uso de los rayos-X.
4. Radón
El radón es un gas radioactivo generado por la desintegración del uranio en las rocas y suelo. A medida que decae uranio, el radón se va produciendo y filtrando en los edificios, su acumulación puede significar un peligro para la salud. Más de la mitad de nuestra exposición a la radiación proviene del radón, sólo el consumo de tabaco provoca más casos de cáncer de pulmón.