¿que potestad recibe Pedro cuando Jesús le dice "lo que ates en la tierra será atado en el cielo y lo que desates en la tierra será desatado en el cielo"?
Pedro recibió las llaves del Reino de los Cielos, la Iglesia Católica esta edificada sobre Pedro y es la única iglesia verdadera fundada por Jesucristo, y Pedro fue el primer Papa.
Explicación:
Jesús dio a Pedro y a los apóstoles autoridad tanto sobre la doctrina como sobre las prácticas de la Iglesia del primer siglo. A través de la guía del Espíritu Santo, ellos recibirían sabiduría para saber qué prohibir y qué permitir.
Esta autoridad, no exactamente al mismo nivel que durante la era apostólica, todavía reside en los líderes de la iglesia local. Puede que no reciban la misma clase de guía sobrenatural que recibieron los apóstoles, pero poseen todo el Nuevo Testamento además de la dirección del Espíritu Santo. Por tanto, cuando los líderes de la iglesia disciplinan a uno de sus miembros que fomenta una doctrina incorrecta o está involucrado en mala conducta, actúan con aprobación divina. Están llevando a cabo la voluntad de Dios y lo que hacen es ratificado en el cielo. Puesto que su autoridad en el fondo no se deriva de sus cualidades personales ni de su ministerio sino de las Escrituras y de la instrucción del Espíritu Santo, deben ejercerla con humildad y en actitud de oración.
Respuesta:
Pedro recibió las llaves del Reino de los Cielos, la Iglesia Católica esta edificada sobre Pedro y es la única iglesia verdadera fundada por Jesucristo, y Pedro fue el primer Papa.
Explicación:
Jesús dio a Pedro y a los apóstoles autoridad tanto sobre la doctrina como sobre las prácticas de la Iglesia del primer siglo. A través de la guía del Espíritu Santo, ellos recibirían sabiduría para saber qué prohibir y qué permitir.
Esta autoridad, no exactamente al mismo nivel que durante la era apostólica, todavía reside en los líderes de la iglesia local. Puede que no reciban la misma clase de guía sobrenatural que recibieron los apóstoles, pero poseen todo el Nuevo Testamento además de la dirección del Espíritu Santo. Por tanto, cuando los líderes de la iglesia disciplinan a uno de sus miembros que fomenta una doctrina incorrecta o está involucrado en mala conducta, actúan con aprobación divina. Están llevando a cabo la voluntad de Dios y lo que hacen es ratificado en el cielo. Puesto que su autoridad en el fondo no se deriva de sus cualidades personales ni de su ministerio sino de las Escrituras y de la instrucción del Espíritu Santo, deben ejercerla con humildad y en actitud de oración.