Al comienzo del periodo Carbonífero, hace 362 millones de años, había extensas zonas pantanosas. El clima era cálido y húmedo, y los grandes pantanos eran lugares para que las plantas y los árboles crecieran. Había bosques enormes y espesos de árboles gigantescos, que ocupaban continentes enteros.
Los árboles de los bosques del Carbonífero eran muy distintos de los actuales. Los más altos eran los musgos gigantes, unas plantas musgosas con tallo. Tenían una corteza verde y escamosa, y alcanzaban los 50 metros de altura.
Los pantanos del Carbonífero estaban repletos de insectos, arañas y bichos enormes. Las libélulas gigantes, los primeros organismos con alas, revoloteaban entre los árboles. Había ciempiés gigantes de hasta 2 metros de largo entre las hojas muertas y arañas enormes que tejían telas sencillas para atrapar a sus presas.
Las plantas muertas y los árboles caídos se acumulaban en el suelo y poco a poco quedaban enterrados bajo capas de barro. Con el paso de millones de años, se aplastaron tanto que se endurecieron y se convirtieron en carbón.
Pantanos y bosques
Al comienzo del periodo Carbonífero, hace 362 millones de años, había extensas zonas pantanosas. El clima era cálido y húmedo, y los grandes pantanos eran lugares para que las plantas y los árboles crecieran. Había bosques enormes y espesos de árboles gigantescos, que ocupaban continentes enteros.
Los árboles de los bosques del Carbonífero eran muy distintos de los actuales. Los más altos eran los musgos gigantes, unas plantas musgosas con tallo. Tenían una corteza verde y escamosa, y alcanzaban los 50 metros de altura.
Los pantanos del Carbonífero estaban repletos de insectos, arañas y bichos enormes. Las libélulas gigantes, los primeros organismos con alas, revoloteaban entre los árboles. Había ciempiés gigantes de hasta 2 metros de largo entre las hojas muertas y arañas enormes que tejían telas sencillas para atrapar a sus presas.
Las plantas muertas y los árboles caídos se acumulaban en el suelo y poco a poco quedaban enterrados bajo capas de barro. Con el paso de millones de años, se aplastaron tanto que se endurecieron y se convirtieron en carbón.