Seis académicos reflexionan sobre el origen, la magnitud y las consecuencias de la descomposición del país.
8/7/2017
Se ha vuelto un lugar común decir que la campaña electoral que se avecina será histórica. Los colombianos viven un momento caracterizado por el pesimismo, la polarización y la rabia, sentimientos que seguramente se reflejarán en las urnas el año próximo. Los escándalos se han vuelto cosa de todos los días. Los últimos surgieron a raíz de las capturas del fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, los carteles de jueces y fiscales a sueldo que han capturado este año, y del secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, por supuestos vínculos con bandas criminales. Sumado al destape del lamentable episodio de Odebrecht en las campañas de 2010 y 2014, y de otros como el de Reficar, la percepción generalizada es que la corrupción se salió de madre.
Hay otras razones para la incertidumbre. Los problemas en la ejecución del acuerdo con las Farc, el temor de una metástasis de la crisis venezolana, la falta de claridad sobre las candidaturas presidenciales. En un panorama así los colombianos han perdido la confianza y hay síntomas de una crisis de legitimidad de las instituciones. En las redes sociales hay una batalla verbal que se caracteriza por la falta de rigor, la desinformación y la agresividad. Todo esto obliga a indagar cómo está el ánimo colectivo, qué tan grave es la crisis –si la hay– y cómo impactará el proceso electoral de 2018.
Explicación:
default
Portada
¿En qué momento se acabó la ética en Colombia?
Seis académicos reflexionan sobre el origen, la magnitud y las consecuencias de la descomposición del país.
8/7/2017
Se ha vuelto un lugar común decir que la campaña electoral que se avecina será histórica. Los colombianos viven un momento caracterizado por el pesimismo, la polarización y la rabia, sentimientos que seguramente se reflejarán en las urnas el año próximo. Los escándalos se han vuelto cosa de todos los días. Los últimos surgieron a raíz de las capturas del fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, los carteles de jueces y fiscales a sueldo que han capturado este año, y del secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, por supuestos vínculos con bandas criminales. Sumado al destape del lamentable episodio de Odebrecht en las campañas de 2010 y 2014, y de otros como el de Reficar, la percepción generalizada es que la corrupción se salió de madre.
Hay otras razones para la incertidumbre. Los problemas en la ejecución del acuerdo con las Farc, el temor de una metástasis de la crisis venezolana, la falta de claridad sobre las candidaturas presidenciales. En un panorama así los colombianos han perdido la confianza y hay síntomas de una crisis de legitimidad de las instituciones. En las redes sociales hay una batalla verbal que se caracteriza por la falta de rigor, la desinformación y la agresividad. Todo esto obliga a indagar cómo está el ánimo colectivo, qué tan grave es la crisis –si la hay– y cómo impactará el proceso electoral de 2018.
Respuesta:
default
Portada
¿En qué momento se acabó la ética en Colombia?
Seis académicos reflexionan sobre el origen, la magnitud y las consecuencias de la descomposición del país.
8/7/2017
Se ha vuelto un lugar común decir que la campaña electoral que se avecina será histórica. Los colombianos viven un momento caracterizado por el pesimismo, la polarización y la rabia, sentimientos que seguramente se reflejarán en las urnas el año próximo. Los escándalos se han vuelto cosa de todos los días. Los últimos surgieron a raíz de las capturas del fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, los carteles de jueces y fiscales a sueldo que han capturado este año, y del secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, por supuestos vínculos con bandas criminales. Sumado al destape del lamentable episodio de Odebrecht en las campañas de 2010 y 2014, y de otros como el de Reficar, la percepción generalizada es que la corrupción se salió de madre.
Hay otras razones para la incertidumbre. Los problemas en la ejecución del acuerdo con las Farc, el temor de una metástasis de la crisis venezolana, la falta de claridad sobre las candidaturas presidenciales. En un panorama así los colombianos han perdido la confianza y hay síntomas de una crisis de legitimidad de las instituciones. En las redes sociales hay una batalla verbal que se caracteriza por la falta de rigor, la desinformación y la agresividad. Todo esto obliga a indagar cómo está el ánimo colectivo, qué tan grave es la crisis –si la hay– y cómo impactará el proceso electoral de 2018.
Explicación:
default
Portada
¿En qué momento se acabó la ética en Colombia?
Seis académicos reflexionan sobre el origen, la magnitud y las consecuencias de la descomposición del país.
8/7/2017
Se ha vuelto un lugar común decir que la campaña electoral que se avecina será histórica. Los colombianos viven un momento caracterizado por el pesimismo, la polarización y la rabia, sentimientos que seguramente se reflejarán en las urnas el año próximo. Los escándalos se han vuelto cosa de todos los días. Los últimos surgieron a raíz de las capturas del fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, los carteles de jueces y fiscales a sueldo que han capturado este año, y del secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, por supuestos vínculos con bandas criminales. Sumado al destape del lamentable episodio de Odebrecht en las campañas de 2010 y 2014, y de otros como el de Reficar, la percepción generalizada es que la corrupción se salió de madre.
Hay otras razones para la incertidumbre. Los problemas en la ejecución del acuerdo con las Farc, el temor de una metástasis de la crisis venezolana, la falta de claridad sobre las candidaturas presidenciales. En un panorama así los colombianos han perdido la confianza y hay síntomas de una crisis de legitimidad de las instituciones. En las redes sociales hay una batalla verbal que se caracteriza por la falta de rigor, la desinformación y la agresividad. Todo esto obliga a indagar cómo está el ánimo colectivo, qué tan grave es la crisis –si la hay– y cómo impactará el proceso electoral de 2018.