Que papel desempeña el ganado vacuno en el catentamiento global
dayana608
El ganado representa mayor peligro para el calentamiento global que los vehículos
Montevideo, 6 de agosto. Un simple vaso de leche en el desayuno puede representar un gran costo ambiental para el planeta. Por eso, productores y científicos buscan reducir el impacto de la actividad agropecuaria, responsable de entre 12 y 14 por ciento de las emisiones mundiales de gases que recalientan la atmósfera.
Ya hay investigaciones para medir el costo climático de ese vaso de leche, o de la industria lechera general de un país, desde la cría de la vaca hasta la mesa.
Las emisiones del sector agropecuario crecieron casi 17 por ciento entre 1990 y 2005 en todo el mundo, y el mayor aumento fue en el sur en desarrollo (32 por ciento).
La fermentación intestinal del ganado rumiante libera a la atmósfera metano y óxido nitroso, dos potentes gases de efecto invernadero, también generados por el estiércol y la orina de los animales, la quema de biomasa vegetal, el cultivo de arroz y procesos biológicos y químicos en los suelos agrícolas.
Ambos aportan 70 por ciento de la contaminación climática procedente de la agricultura. El metano y el óxido nitroso poseen, respectivamente, 21 y 300 veces más efecto invernadero que el dióxido de carbono, principal gas vinculado al cambio climático, liberado sobre todo por el transporte, la industria y la producción de energía.
Mientras los países buscan formas de producir más alimentos y superar la actual carestía, especialistas de la red Learn (siglas en inglés de Red de Investigación para la Disminución de las Emisiones Ganaderas) estudian cómo abatir las emisiones del sector sin amenazar su productividad.
Montevideo, 6 de agosto. Un simple vaso de leche en el desayuno puede representar un gran costo ambiental para el planeta. Por eso, productores y científicos buscan reducir el impacto de la actividad agropecuaria, responsable de entre 12 y 14 por ciento de las emisiones mundiales de gases que recalientan la atmósfera.
Ya hay investigaciones para medir el costo climático de ese vaso de leche, o de la industria lechera general de un país, desde la cría de la vaca hasta la mesa.
Las emisiones del sector agropecuario crecieron casi 17 por ciento entre 1990 y 2005 en todo el mundo, y el mayor aumento fue en el sur en desarrollo (32 por ciento).
La fermentación intestinal del ganado rumiante libera a la atmósfera metano y óxido nitroso, dos potentes gases de efecto invernadero, también generados por el estiércol y la orina de los animales, la quema de biomasa vegetal, el cultivo de arroz y procesos biológicos y químicos en los suelos agrícolas.
Ambos aportan 70 por ciento de la contaminación climática procedente de la agricultura. El metano y el óxido nitroso poseen, respectivamente, 21 y 300 veces más efecto invernadero que el dióxido de carbono, principal gas vinculado al cambio climático, liberado sobre todo por el transporte, la industria y la producción de energía.
Mientras los países buscan formas de producir más alimentos y superar la actual carestía, especialistas de la red Learn (siglas en inglés de Red de Investigación para la Disminución de las Emisiones Ganaderas) estudian cómo abatir las emisiones del sector sin amenazar su productividad.