Los conflictos o disputas constituyen un elemento inseparable del hecho de vivir en sociedad, dado esta está compuesta por muchos y diferentes individuos con diversas opiniones y formas de pensar. Además, un conflicto bien gestionado se establece como un medio para la el desarrollo y progreso, por lo que es necesario afrontarlo para poder aprender de él.
Evidentemente, el conflicto familiar es algo natural, puesto que en la convivencia de los miembros de una unidad familiar, con diferentes edades, pensamientos y formas de ver la vida el conflicto es algo inevitable. No obstante, lo fundamental no es evitar el conflicto a toda costa, puesto que eso es imposible, sino evitar la escalada de agresividad y manejarlo de forma inteligente y asertiva.
En el momento en el que en una familia o unidad familiar aparece un conflicto, aparece también una inestabilidad que puede acarrear frustraciones y preocupaciones desmesuradas en algunos miembros. Además, pueden comenzar a resurgir antiguos problemas que no fueron solucionados y que solamente contribuyen a hacer la bola del conflicto más grande.
Cualquier clase de crisis familiar requiere de la cooperación de todos los integrantes, así como de una transformación y adaptación a una nueva situación; puesto que durante una disputa familiar las reglas impuestas en el contexto familiar se vuelven inciertas y es necesario volver a trabajar en ellas. y si se puede solucionar.
Respuesta:
Los conflictos o disputas constituyen un elemento inseparable del hecho de vivir en sociedad, dado esta está compuesta por muchos y diferentes individuos con diversas opiniones y formas de pensar. Además, un conflicto bien gestionado se establece como un medio para la el desarrollo y progreso, por lo que es necesario afrontarlo para poder aprender de él.
Evidentemente, el conflicto familiar es algo natural, puesto que en la convivencia de los miembros de una unidad familiar, con diferentes edades, pensamientos y formas de ver la vida el conflicto es algo inevitable. No obstante, lo fundamental no es evitar el conflicto a toda costa, puesto que eso es imposible, sino evitar la escalada de agresividad y manejarlo de forma inteligente y asertiva.
En el momento en el que en una familia o unidad familiar aparece un conflicto, aparece también una inestabilidad que puede acarrear frustraciones y preocupaciones desmesuradas en algunos miembros. Además, pueden comenzar a resurgir antiguos problemas que no fueron solucionados y que solamente contribuyen a hacer la bola del conflicto más grande.
Cualquier clase de crisis familiar requiere de la cooperación de todos los integrantes, así como de una transformación y adaptación a una nueva situación; puesto que durante una disputa familiar las reglas impuestas en el contexto familiar se vuelven inciertas y es necesario volver a trabajar en ellas. y si se puede solucionar.
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