Que ocurria en españa en 1808 con jose mejia lequerica
legend2002
El estudio del profesor Vilches presta especial atención a los escritos y periódicos de los liberales, sobre todo el “Semanario Patriótico”, así como a la participación de aquellos en la Junta Central, las tensiones entre liberales y realistas, y la lucha por conseguir la reunión de unas Cortes de nuevo cuño encargadas de elaborar una constitución, distintas a las estamentales del Antiguo Régimen que defendían realistas como Gaspar Melchor de Jovellanos o Francisco Martínez Marina.
Durante una primera etapa, de mayo de 1808 a la disolución de la Junta Central en enero de 1810, las propuestas liberales de soberanía nacional, separación de poderes, derechos individuales y libertad de prensa tuvieron como principales defensores a Manuel José Quintana, José Blanco White, Alberto Lista -luego afrancesado-, Lorenzo Calvo de Rozas, Isidoro de Antillón, José Canga Argöelles, álvaro Flórez Estrada, Juan Romero Alpuente o Valentín de Foronda. La sustitución de la Junta Central por una Regencia supuso un paso atrás de los liberales, aunque unos meses después lograron la convocatoria de Cortes unicamerales.
En esta segunda etapa, hasta la promulgación de la Constitución, los protagonistas del liberalismo fueron gentes nuevas como Agustín Argöelles, el conde de Toreno, Muñoz Torrero, Juan Nicasio Gallego, Francisco Martínez de la Rosa, Alcalá Galiano o José Mejía Lequerica. Unos y otros defendieron encarnecidamente una modernización política de España que se frustró sobre todo por la acción de sus enemigos, aunque también por sus errores e ingenuidades. Amparándose en los llamados “serviles”, el regreso del rey Fernando VII supuso la implantación de un reaccionarismo anacrónico, que iniciaría los dramáticos enfrentamientos civiles que han caracterizado nuestra historia contemporánea. No está de más, por ello, recordar el pensamiento y la acción política de aquellos primeros liberales, que soñaron con una España muy distinta a la que habría de venir al final de la guerra.
Durante una primera etapa, de mayo de 1808 a la disolución de la Junta Central en enero de 1810, las propuestas liberales de soberanía nacional, separación de poderes, derechos individuales y libertad de prensa tuvieron como principales defensores a Manuel José Quintana, José Blanco White, Alberto Lista -luego afrancesado-, Lorenzo Calvo de Rozas, Isidoro de Antillón, José Canga Argöelles, álvaro Flórez Estrada, Juan Romero Alpuente o Valentín de Foronda. La sustitución de la Junta Central por una Regencia supuso un paso atrás de los liberales, aunque unos meses después lograron la convocatoria de Cortes unicamerales.
En esta segunda etapa, hasta la promulgación de la Constitución, los protagonistas del liberalismo fueron gentes nuevas como Agustín Argöelles, el conde de Toreno, Muñoz Torrero, Juan Nicasio Gallego, Francisco Martínez de la Rosa, Alcalá Galiano o José Mejía Lequerica. Unos y otros defendieron encarnecidamente una modernización política de España que se frustró sobre todo por la acción de sus enemigos, aunque también por sus errores e ingenuidades. Amparándose en los llamados “serviles”, el regreso del rey Fernando VII supuso la implantación de un reaccionarismo anacrónico, que iniciaría los dramáticos enfrentamientos civiles que han caracterizado nuestra historia contemporánea. No está de más, por ello, recordar el pensamiento y la acción política de aquellos primeros liberales, que soñaron con una España muy distinta a la que habría de venir al final de la guerra.