Jesús de Nazaret se vale de las parábolas del sembrador, de la cizaña, de la mostaza, de levadura, del tesoro escondido, de las perlas finas y de la red barredera para explicar la naturaleza y caracteres del Reino de Dios o de los Cielos a la muchedumbre de personas que le seguían y escuchaban. Se encuentran en el capítulo 13 del Evangelio de san Mateo. La parábola es una comparación que se utiliza para ilustrar una determinada verdad moral o religiosa. Si se detalla minuciosamente se convierte en alegoría.
La primera parábola que Jesús de Nazaret utiliza es la del sembrador: “Salió un sembrador a sembrar su semiente, una cae en el camino, fue pisada y las aves del cielo se la comieron, otra cayó sobre piedra, brotó y se secó por no tener humedad, otra cayó entre abrojos que la ahogaron, y otra cayó en tierra buena, creció y dio fruto abundante”.
Jesús de Nazaret se vale de las parábolas del sembrador, de la cizaña, de la mostaza, de levadura, del tesoro escondido, de las perlas finas y de la red barredera para explicar la naturaleza y caracteres del Reino de Dios o de los Cielos a la muchedumbre de personas que le seguían y escuchaban. Se encuentran en el capítulo 13 del Evangelio de san Mateo. La parábola es una comparación que se utiliza para ilustrar una determinada verdad moral o religiosa. Si se detalla minuciosamente se convierte en alegoría.
La primera parábola que Jesús de Nazaret utiliza es la del sembrador: “Salió un sembrador a sembrar su semiente, una cae en el camino, fue pisada y las aves del cielo se la comieron, otra cayó sobre piedra, brotó y se secó por no tener humedad, otra cayó entre abrojos que la ahogaron, y otra cayó en tierra buena, creció y dio fruto abundante”.