Que medidas tomo(sarmiento)para solucionar la falta de docente
santii1334
LA EDUCACIÓN LEGAL EN ARGENTINA: DOMINGO F. SARMIENTO
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO: (1871-1885) Este período comprende al de la sanción de las grandes leyes nacionales que organizan la instrucción pública y que se inicia con la ley de subvenciones nacionales de 1871 y culmina con la ley Avellaneda de 1885. Ya hemos visto que el gobierno del General Mitre, empeñado en la ardua tarea de consolidar la unión nacional y ante el grave problema de la guerra exterior, no pudo dedicar sus esfuerzos, en la medida que las circunstancias lo exigían, a la difusión de la educación.
Tocóle a la administración siguiente, ya más cimentadas las instituciones, encarar con mayor detenimiento y profundidad los problemas fundamentales de la instrucción pública. Pudo así el Presidente Sarmiento, secundado con eficacia por su Ministro Avellaneda, iniciar brillantemente el ciclo histórico de nuestra escuela nacional. Una misma idea parece orientar todo el movimiento educacional de esta época: combatir la ignorancia y difundir la cultura general y cívica del país. Éste es el eje hacia el cual convergen las concepciones de todos los políticos y teorizadores de la educación.
En lo que respecta a la estructuración didáctica con la difusión de las Escuelas Normales y la orientación que le imprimieron los educadores norteamericanos llamados para dirigirlas, se formó un rnagisterio bajo la influencia de la técnica pestalozziana, iniciándose con ello la unificación didáctica de nuestra escuela primaria en toda la nación. Se editaron además los primeros textos pedagógicos escritos en el país, como los de Adolfo Van Gelderen y José María Torres
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO: (1871-1885) Este período comprende al de la sanción de las grandes leyes nacionales que organizan la instrucción pública y que se inicia con la ley de subvenciones nacionales de 1871 y culmina con la ley Avellaneda de 1885. Ya hemos visto que el gobierno del General Mitre, empeñado en la ardua tarea de consolidar la unión nacional y ante el grave problema de la guerra exterior, no pudo dedicar sus esfuerzos, en la medida que las circunstancias lo exigían, a la difusión de la educación.
Tocóle a la administración siguiente, ya más cimentadas las instituciones, encarar con mayor detenimiento y profundidad los problemas fundamentales de la instrucción pública. Pudo así el Presidente Sarmiento, secundado con eficacia por su Ministro Avellaneda, iniciar brillantemente el ciclo histórico de nuestra escuela nacional. Una misma idea parece orientar todo el movimiento educacional de esta época: combatir la ignorancia y difundir la cultura general y cívica del país. Éste es el eje hacia el cual convergen las concepciones de todos los políticos y teorizadores de la educación.
En lo que respecta a la estructuración didáctica con la difusión de las Escuelas Normales y la orientación que le imprimieron los educadores norteamericanos llamados para dirigirlas, se formó un rnagisterio bajo la influencia de la técnica pestalozziana, iniciándose con ello la unificación didáctica de nuestra escuela primaria en toda la nación. Se editaron además los primeros textos pedagógicos escritos en el país, como los de Adolfo Van Gelderen y José María Torres