¿Qué medidas serían necesarias aplicar para evitar que el impacto socio económico causado por la pandemia de la COVID-19 sea tangible durante muchos años?
La pandemia de COVID-19 ha tenido repercusiones devastadoras para cientos de millones de personas del planeta. Sin embargo, los más afectados por la crisis económica ocasionada por la pandemia están siendo los niños y sus familias. Antes de la COVID-19, los niños tenían el doble de probabilidades que los adultos de vivir en la pobreza extrema. Ahora, el número de niños que vive por debajo del umbral de pobreza de su país podría llegar nada menos que a 117 millones, lo que haría aún más incierto el futuro de 700 millones de niños.
Invertir en los niños y en las familias es invertir en el futuro.
Sin embargo, existe una solución probada que puede proteger a los niños y a las familias de la catástrofe económica, restablecer sus medios de subsistencia y proporcionarles a los niños la estabilidad que necesitan para prosperar: las transferencias en efectivo. Las familias que reciben transferencias en efectivo están más preparadas para obtener comida y acceder a unos servicios de salud ordinarios, así como para mandar a sus hijos a la escuela. Además, tienen menos probabilidades de sufrir estrés debilitante, que puede inducir a la violencia y empeorar la salud mental.
Las siguientes historias de distintas partes del mundo son solo varios ejemplos que demuestran que las transferencias en efectivo están produciendo cambios reales en las vidas de algunos de los niños más vulnerables y sus familias:
Impactos del COVID-19 por sector y efectos regionales
RECURSOS NATURALES NO RENOVABLES
Demanda de combustibles fósiles
Oferta de combustibles fósiles
Precio petróleo
Precio Ag, Pt, Fe
Precio del oro
AGUA Y ENERGÍA
Demanda de agua y energía en los hogares y facturación
✔Demanda de energía a nivel global
Inseguridad hídrica y energética
AGRICULTURA
Precio internacional de productos agropecuarios
Precios locales de los productos agropecuarios
Potencial riesgo de producción e interrupción de la cadena de suministros por dificultad de acceso insumos y mano de obra
Rentabilidad de las empresas
AUMENTO DE LA POBREZA
Capacidades económicas de los gobiernos
BIODIVERSIDAD
Turismo de naturaleza
Capacidad de vigilancia
Actividades ilícitas
Uso directo de recursos para subsistencia
Ingresos fiscales y fortaleza de las divisas
Destrucción de empleos
Respuesta:
espero que te sirva
Explicación:
La pandemia de COVID-19 ha tenido repercusiones devastadoras para cientos de millones de personas del planeta. Sin embargo, los más afectados por la crisis económica ocasionada por la pandemia están siendo los niños y sus familias. Antes de la COVID-19, los niños tenían el doble de probabilidades que los adultos de vivir en la pobreza extrema. Ahora, el número de niños que vive por debajo del umbral de pobreza de su país podría llegar nada menos que a 117 millones, lo que haría aún más incierto el futuro de 700 millones de niños.
Invertir en los niños y en las familias es invertir en el futuro.
Sin embargo, existe una solución probada que puede proteger a los niños y a las familias de la catástrofe económica, restablecer sus medios de subsistencia y proporcionarles a los niños la estabilidad que necesitan para prosperar: las transferencias en efectivo. Las familias que reciben transferencias en efectivo están más preparadas para obtener comida y acceder a unos servicios de salud ordinarios, así como para mandar a sus hijos a la escuela. Además, tienen menos probabilidades de sufrir estrés debilitante, que puede inducir a la violencia y empeorar la salud mental.
Las siguientes historias de distintas partes del mundo son solo varios ejemplos que demuestran que las transferencias en efectivo están produciendo cambios reales en las vidas de algunos de los niños más vulnerables y sus familias: