A. Rebeca y Jacob hacen un complot para engañar a Isaac.
1. (Génesis 27:1-4) Isaac da a Esaú su ultimo deseo en su lecho de muerte.
Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí. Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.
a. Aconteció que cuando Isaac envejeció: Isaac cree que ha llegado la hora de su muerte, y ésta es su manera de “resolver sus asuntos,” diciendo su ultima voluntad como una especie de último testamento. A pesar de que Martín Lutero calculó que la edad de Isaac era de 137 años en ese momento, vivió hasta los 180. Vivió 43 años más.
b. Para que yo te bendiga antes que muera: Extrañamente, Isaac insistió en dar la bendición a Esaú, el que Dios no había elegido, quien había despreciado su primogenitura, y quien se había casado con mujeres paganas. Parece claro que Isaac actuó en la carne aquí, pensando solo en la buena comida que recibiría de la caza de Esaú.
i. En realidad, parece que Isaac actuó más en la carne en lo que se refiere a su exaltación de la destreza de la caza masculina de Esaú. Él, en realidad, no podía saber la diferencia entre lo que Esaú cazaba en el campo y lo que su esposa Rebeca podría preparar del rebaño.
2. (Génesis 27:5-10) Rebeca aconseja a Jacob a que engañe a su padre Isaac.
Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer. Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando. Vé ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta; y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.
a. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando: En lugar de confiar en que Dios cumpliría lo que Él había prometido en Génesis 25:23, ella va a “hacer lo correcto” en la carne. Las buenas intenciones no justifican el actuar en la carne.
b. Haré con ellos viandas para tu padre, como a él le gusta: Pero, de nuevo, Isaac no es menos intrigante que Rebeca. En la obstinación de su vejez, está decidido a transmitir la bendición a Esaú, a pesar de lo que Jehová había dicho y lo que los muchachos habían demostrado con sus vidas.
i. El hecho de que Isaac está tratando de repartir la bendición secretamente, demuestra que sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Lamentablemente en este caso, ninguno confiaba en otro.
Respuesta:
Explicación:
A. Rebeca y Jacob hacen un complot para engañar a Isaac.
1. (Génesis 27:1-4) Isaac da a Esaú su ultimo deseo en su lecho de muerte.
Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí. Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.
a. Aconteció que cuando Isaac envejeció: Isaac cree que ha llegado la hora de su muerte, y ésta es su manera de “resolver sus asuntos,” diciendo su ultima voluntad como una especie de último testamento. A pesar de que Martín Lutero calculó que la edad de Isaac era de 137 años en ese momento, vivió hasta los 180. Vivió 43 años más.
b. Para que yo te bendiga antes que muera: Extrañamente, Isaac insistió en dar la bendición a Esaú, el que Dios no había elegido, quien había despreciado su primogenitura, y quien se había casado con mujeres paganas. Parece claro que Isaac actuó en la carne aquí, pensando solo en la buena comida que recibiría de la caza de Esaú.
i. En realidad, parece que Isaac actuó más en la carne en lo que se refiere a su exaltación de la destreza de la caza masculina de Esaú. Él, en realidad, no podía saber la diferencia entre lo que Esaú cazaba en el campo y lo que su esposa Rebeca podría preparar del rebaño.
2. (Génesis 27:5-10) Rebeca aconseja a Jacob a que engañe a su padre Isaac.
Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer. Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando. Vé ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta; y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte.
a. Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando: En lugar de confiar en que Dios cumpliría lo que Él había prometido en Génesis 25:23, ella va a “hacer lo correcto” en la carne. Las buenas intenciones no justifican el actuar en la carne.
b. Haré con ellos viandas para tu padre, como a él le gusta: Pero, de nuevo, Isaac no es menos intrigante que Rebeca. En la obstinación de su vejez, está decidido a transmitir la bendición a Esaú, a pesar de lo que Jehová había dicho y lo que los muchachos habían demostrado con sus vidas.
i. El hecho de que Isaac está tratando de repartir la bendición secretamente, demuestra que sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Lamentablemente en este caso, ninguno confiaba en otro.