En el día a día las manos hacen muchas cosas por nosotros, son la herramienta imprescindible que utilizamos para tocar, agarrar, sentir, reconocer, sujetar, manipular, acariciar… Tal es su complejidad que pueden realizar actividades sumamente delicadas y precisas como escribir, pintar o enhebrar una aguja, pero también nos permiten realizar labores pesadas y que requieren aplicar más fuerza que destreza. Usamos además las manos para sentir si algo está frío o caliente, áspero o suave; y para toda esa variedad de funciones, nuestras manos tienen la versatilidad y capacidad de adaptación, convirtiéndose en una parte vital del qué vivimos, cómo lo vivimos y cómo nos expresamos.
Respuesta:
En el día a día las manos hacen muchas cosas por nosotros, son la herramienta imprescindible que utilizamos para tocar, agarrar, sentir, reconocer, sujetar, manipular, acariciar… Tal es su complejidad que pueden realizar actividades sumamente delicadas y precisas como escribir, pintar o enhebrar una aguja, pero también nos permiten realizar labores pesadas y que requieren aplicar más fuerza que destreza. Usamos además las manos para sentir si algo está frío o caliente, áspero o suave; y para toda esa variedad de funciones, nuestras manos tienen la versatilidad y capacidad de adaptación, convirtiéndose en una parte vital del qué vivimos, cómo lo vivimos y cómo nos expresamos.