Si bien la reforma no aumentará las actuales tarifas de impuestos, que para el caso del IVA está en 14 por ciento y para renta en 37,5 por ciento, el sacrificio de los contribuyentes colombianos no será nada despreciable. Por la vía del control a la evasión y la eliminación de exenciones tributarias se conseguirán cuantiosos recursos.
El mayor peso recaerá sobre la clase media y alta. Así lo dijo ayer el ministro de Hacienda, Guillermo Perry Rubio al precisar que el mayor esfuerzo lo harán los ciudadanos que van en carro particular, y no afectará a los que viajan en bus .
De acuerdo con estimativos del Ministerio y del Departamento Nacional de Planeación, el mayor recaudo que generará el denominado proyecto de racionalización tributaria ascenderá a 426.000 millones de pesos en 1996.
Aunque unos paguen más que otros, los colombianos pagarán en promedio unos 11.833 pesos cada uno.
Para 1997 el esfuerzo será mayor: se esperan recaudos por un billón de pesos (un millón de millones), con lo cual la cuota de sacrificio ascendería a 27.248 pesos por habitante, mientras que para 1998 el esfuerzo fiscal le permitirá al Estado obtener ingresos adicionales a los previstos por 1,6 billones de pesos, es decir 42.780 pesos por persona.
En la presentación del Plan de Desarrollo ante las comisiones económicas de Senado y Cámara, el ministro Perry dijo que a precios de hoy la reforma le representará al fisco unos 2,0 billones de pesos en los tres años.
Otros ingresos El ministro hizo una defensa de la financiación del Plan al afirmar que en los próximos años el Gobierno también tendrá que hacer un mayor esfuerzo debido a la ley de seguridad social y a las transferencias de las regiones. El sólo aumento de los recursos a municipios y departamentos será el doble de lo que se espera recaudar con la reforma , señaló.
En caso de que no se apruebe el proyecto, las transferencias a los departamentos se reducirían en 791.000 millones de pesos, mientras que las participaciones a los municipios descenderían en 587.000 millones de pesos.
Si bien la reforma tributaria será un aspecto central para la financiación del Salto, el Gobierno ya dispone de nuevas herramientas para obtener ingresos. Una fuente de recursos serán las nuevas explotaciones petroleras de Cusiana y Cupiagua y la privatización de algunas entidades en poder del Estado.
El Gobierno aspira a vender en los próximos meses el Banco Popular, el Central Hipotecario, la compañía de seguros la Previsora y algunas fiduciarias.
Adicionalmente se dejará en manos privadas varias plantas de generación de energía.
Por la privatización de la televisión los primeros estimativos indican que la Nación recibirá más de 100 millones de dólares.
Perry Rubio enfatizó que para sacar adelante el Plan de Desarrollo es necesario que todos realicen un esfuerzo. El sector privado tendrá que aportar 10,5 billones de pesos para financiar el plan de infraestructura, que incluye la rehabilitación de vías y la explotación de los nuevos yacimientos petroleros.
Así mismo, se impulsará el crecimiento económico, la inversión extranjera y se fomentará el ahorro, teniendo en cuenta que este cayó drásticamente en los últimos años.
Si bien la reforma no aumentará las actuales tarifas de impuestos, que para el caso del IVA está en 14 por ciento y para renta en 37,5 por ciento, el sacrificio de los contribuyentes colombianos no será nada despreciable. Por la vía del control a la evasión y la eliminación de exenciones tributarias se conseguirán cuantiosos recursos.
El mayor peso recaerá sobre la clase media y alta. Así lo dijo ayer el ministro de Hacienda, Guillermo Perry Rubio al precisar que el mayor esfuerzo lo harán los ciudadanos que van en carro particular, y no afectará a los que viajan en bus .
De acuerdo con estimativos del Ministerio y del Departamento Nacional de Planeación, el mayor recaudo que generará el denominado proyecto de racionalización tributaria ascenderá a 426.000 millones de pesos en 1996.
Aunque unos paguen más que otros, los colombianos pagarán en promedio unos 11.833 pesos cada uno.
Para 1997 el esfuerzo será mayor: se esperan recaudos por un billón de pesos (un millón de millones), con lo cual la cuota de sacrificio ascendería a 27.248 pesos por habitante, mientras que para 1998 el esfuerzo fiscal le permitirá al Estado obtener ingresos adicionales a los previstos por 1,6 billones de pesos, es decir 42.780 pesos por persona.
En la presentación del Plan de Desarrollo ante las comisiones económicas de Senado y Cámara, el ministro Perry dijo que a precios de hoy la reforma le representará al fisco unos 2,0 billones de pesos en los tres años.
Otros ingresos El ministro hizo una defensa de la financiación del Plan al afirmar que en los próximos años el Gobierno también tendrá que hacer un mayor esfuerzo debido a la ley de seguridad social y a las transferencias de las regiones. El sólo aumento de los recursos a municipios y departamentos será el doble de lo que se espera recaudar con la reforma , señaló.
En caso de que no se apruebe el proyecto, las transferencias a los departamentos se reducirían en 791.000 millones de pesos, mientras que las participaciones a los municipios descenderían en 587.000 millones de pesos.
Si bien la reforma tributaria será un aspecto central para la financiación del Salto, el Gobierno ya dispone de nuevas herramientas para obtener ingresos. Una fuente de recursos serán las nuevas explotaciones petroleras de Cusiana y Cupiagua y la privatización de algunas entidades en poder del Estado.
El Gobierno aspira a vender en los próximos meses el Banco Popular, el Central Hipotecario, la compañía de seguros la Previsora y algunas fiduciarias.
Adicionalmente se dejará en manos privadas varias plantas de generación de energía.
Por la privatización de la televisión los primeros estimativos indican que la Nación recibirá más de 100 millones de dólares.
Perry Rubio enfatizó que para sacar adelante el Plan de Desarrollo es necesario que todos realicen un esfuerzo. El sector privado tendrá que aportar 10,5 billones de pesos para financiar el plan de infraestructura, que incluye la rehabilitación de vías y la explotación de los nuevos yacimientos petroleros.
Así mismo, se impulsará el crecimiento económico, la inversión extranjera y se fomentará el ahorro, teniendo en cuenta que este cayó drásticamente en los últimos años.