Hasta mediados del siglo XIX la edad promedio era solo de 29 años, comparado a los 72 años en la actualidad. Esto sucedía porque muchos niños y jóvenes morían a causa de enfermedades e infecciones. Los antibióticos no existían y las pocas vacunas que existían no se utilizaban para prevenir enfermedades, entonces los jóvenes no lograban resistir una infección. Adicionalmente, los patógenos se reproducen con facilidad. Cuando un virus infecta a una persona, esta empieza a convertirse en una fábrica que replica el virus y lo esparce.
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Hasta mediados del siglo XIX la edad promedio era solo de 29 años, comparado a los 72 años en la actualidad. Esto sucedía porque muchos niños y jóvenes morían a causa de enfermedades e infecciones. Los antibióticos no existían y las pocas vacunas que existían no se utilizaban para prevenir enfermedades, entonces los jóvenes no lograban resistir una infección. Adicionalmente, los patógenos se reproducen con facilidad. Cuando un virus infecta a una persona, esta empieza a convertirse en una fábrica que replica el virus y lo esparce.
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Espero haberte ayudado.