Dios siempre oye nuestras oraciones, así que teniendo certeza de eso, tal vez, lo que no podamos ver es hecha realidad la petición que hemos realizado ante el SEÑOR.
Explicación:
Hay 3 ejercicios espirituales muy útiles para todo aquel quien desea mantener una comunicación correcta con Dios: La oración, el ayuno y la vigilia.
Por esa razón, se recomienda que para recibir una respuesta de parte de Dios en un tiempo adecuado, es hacer ayunos para obtener esa respuesta que tanto anhelas.
Por supuesto, Dios es soberano y ÉL conoce mejor que nosotros cuando es el momento de recibir lo que hemos pedido. Por ello, se recomienda esperar. La palabra dice, que con la espera, la paciencia se cultiva y con ello la fé.
Se debe recordar, que sin la fe, tampoco llegan las respuestas que esperamos. Así que esperar y no olvidarnos de lo que ya hemos pedido al Padre, porque también ocurre con frecuencia, que Dios da la respuesta, pero a nosotros se nos olvida lo que hemos pedido.
Por último, hay que comprender, que a veces, nuestras peticiones no van de la mano con lo que Dios ya ha planificado para nuestras vidas y en ese sentido, en ocasiones la respuesta que esperamos, la vemos como si nunca ha llegado porque no está acorde a nuestra petición.
Explicación:
no soy religioso pero, creo que sería esperar por una respuesta con paciencia y si no llega puede que no sea el tiempo indicado
Respuesta:
Dios siempre oye nuestras oraciones, así que teniendo certeza de eso, tal vez, lo que no podamos ver es hecha realidad la petición que hemos realizado ante el SEÑOR.
Explicación:
Hay 3 ejercicios espirituales muy útiles para todo aquel quien desea mantener una comunicación correcta con Dios: La oración, el ayuno y la vigilia.
Por esa razón, se recomienda que para recibir una respuesta de parte de Dios en un tiempo adecuado, es hacer ayunos para obtener esa respuesta que tanto anhelas.
Por supuesto, Dios es soberano y ÉL conoce mejor que nosotros cuando es el momento de recibir lo que hemos pedido. Por ello, se recomienda esperar. La palabra dice, que con la espera, la paciencia se cultiva y con ello la fé.
Se debe recordar, que sin la fe, tampoco llegan las respuestas que esperamos. Así que esperar y no olvidarnos de lo que ya hemos pedido al Padre, porque también ocurre con frecuencia, que Dios da la respuesta, pero a nosotros se nos olvida lo que hemos pedido.
Por último, hay que comprender, que a veces, nuestras peticiones no van de la mano con lo que Dios ya ha planificado para nuestras vidas y en ese sentido, en ocasiones la respuesta que esperamos, la vemos como si nunca ha llegado porque no está acorde a nuestra petición.