Antiguamente, y aún en algunas naciones monárquicas actuales, solían atribuirse al monarca, poderes divinos (por ejemplo, los monarcas ungidos de Israel, e Inglaterra o Francia, supuestamente podían curar a los enfermos imponiendo las manos), como una muestra de que eran elegidos o enviados de Dios para gobernar.
Respuesta:
Antiguamente, y aún en algunas naciones monárquicas actuales, solían atribuirse al monarca, poderes divinos (por ejemplo, los monarcas ungidos de Israel, e Inglaterra o Francia, supuestamente podían curar a los enfermos imponiendo las manos), como una muestra de que eran elegidos o enviados de Dios para gobernar.
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