En éste nuestro enfoque acerca del origen del conocimiento, partiremos de un juicio por todos conocido: "Los metales se dilatan con el calor". Analicemos lo que nos suministra nuestra propia experiencia acerca del origen de este juicio. En la formación de este juicio intervienen ante todo, nuestros sentidos. En efecto, mediante el sentido del tacto obtenemos la sensación de calor y mediante la vista verificamos la dilatación del metal.
En éste nuestro enfoque acerca del origen del conocimiento, partiremos de un juicio por todos conocido: "Los metales se dilatan con el calor". Analicemos lo que nos suministra nuestra propia experiencia acerca del origen de este juicio. En la formación de este juicio intervienen ante todo, nuestros sentidos. En efecto, mediante el sentido del tacto obtenemos la sensación de calor y mediante la vista verificamos la dilatación del metal.