•No ignorarás la voz del mercado. Antes que todo debes saber qué es lo que el cliente quiere. Muchas personas cometen el error de concentrar todos sus esfuerzos en crear un producto o servicio y luego cerciorarse de si realmente la gente lo necesita.
•No pensarás que todos son tus clientes. Una vez que tengas lista tu estrategia, el siguiente paso es encontrar a las personas que tengan el dinero suficiente para adquirir tu oferta. No pierdas tiempo en promocionar tu producto o servicio entre quienes, para empezar, no tienen siquiera la necesidad, ni los recursos económicos para comprarlo.
•No te alejarás de tus consumidores. Crea o diseña seis diferentes formas para entrar y estar en contacto permanente con tu mercado meta o target. Por ejemplo, mediante correo electrónico o una llamada telefónica. Se trata de una práctica ideal para escuchar la opinión de tu cliente y preguntarle acerca de puntos específicos: ¿el producto o servicio realmente resolvió sus necesidades?, ¿tiene alguna queja o sugerencia para mejorar el servicio? Esto no sólo te ayudará a corregir tus errores, sino que lo harás sentir especial.
•No confiarás en la improvisación. Aquí la solución es aprender a elaborar una buena presentación que dure de 30 segundos a tres minutos y que sea impactante. Pero para impresionar al cliente no es necesario hacer “circo, maroma y teatro”. La solución es más sencilla de lo que te imaginas. La idea es que sepas explicar en simples palabras de que se trata y que es tu producto y si tienes gente que trabaje para ti con mayor razón deben saber ese texto de presentación.
•No tendrás problemas de comunicación. La mayoría de las personas no pueden vender cuando alguien les pregunta algo tan sencillo como “¿a qué te dedicas? o ¿qué es lo que vendes?”. Simplemente les da pena y no comunican bien sus ideas. Recuerda que más que vender productos o servicios, en realidad se trata de ideas, soluciones y resultados enfocados a superar las expectativas del cliente. Por lo tanto, debes tener un manejo perfecto del lenguaje verbal y no verbal. Este último incluye gestos, ademanes y expresiones faciales.
•No permitirás que sólo los vendedores vendan. Lo más importante es que todas las personas de tu equipo sepan cómo vender. Eso incluye cómo hacer una presentación y cómo manejar objeciones de manera efectiva. El error más grande que comete la mayoría de las emprendedoras es que piensan que el vendedor es el único que debe vender.
•No perderás ninguna venta. Muchas vendedoras saben cómo comunicar la oportunidad del negocio, pero a la hora de cerrar son un tanto “tibios”, es decir, les da pena. Y la razón es sencilla: no quieren parecer incisivas o no encuentran la manera de poner presión al cliente. En ese momento es cuando fallan. La venta se cierra durante la presentación, no es algo que haces al final. Para lograrlo, tu mejor estrategia es realizar preguntas que te ayuden a obtener información a tu favor.
•No dejarás de aprovechar los testimonios. El último paso (del proceso de la venta), quizá el más importante de todos y el que la mayoría de las emprendedoras tiende a pasar por alto, es contar con los testimonios de los clientes. Se trata de historias sobre cómo era la vida del consumidor antes de adquirir un producto o servicio, y cómo es ahora, después de tener la experiencia de compra.
•No defraudarás la confianza de tus consumidores. Comienza por interesarte realmente en averiguar quién es tu prospecto o cliente, es decir, qué es lo que sucede en su vida. Debes interesarte en el otro, pero no hacerte el interesante. Para ello, la única alternativa es preguntar y poner atención en las respuestas obtenidas. Después, hay que establecer “la realidad compartida” con la otra persona. Esto significa encontrar algo en común que tengas con tu cliente. Por ejemplo, si tanto tú como él tienen hijos de edades similares, éste puede ser un buen inicio para tener un tema de conversación que rompa el hielo. Al final, si sigues estas reglas, la gente pagará más sin importar que tu producto sea más caro. Esto simplemente porque te tienen confianza. Cuando construyes una reputación basada en este elemento, todas las personas te buscarán.
•No olvidarás la importancia del servicio al cliente. Es muy importante considerar el servicio al cliente, ya que debes tener contentos y con sus necesidades completas a tus clientes y los potenciales, ya que un cliente contento es un cliente que vuelve a comprarte y es parte de tu emprendimiento.
Explicación:
No sé si es la respuestaque buscabas pero esperohaberteayudado,una disculpaporel textotan largo.
Que como amig@ 111111111
Respuesta:
•No ignorarás la voz del mercado. Antes que todo debes saber qué es lo que el cliente quiere. Muchas personas cometen el error de concentrar todos sus esfuerzos en crear un producto o servicio y luego cerciorarse de si realmente la gente lo necesita.
•No pensarás que todos son tus clientes. Una vez que tengas lista tu estrategia, el siguiente paso es encontrar a las personas que tengan el dinero suficiente para adquirir tu oferta. No pierdas tiempo en promocionar tu producto o servicio entre quienes, para empezar, no tienen siquiera la necesidad, ni los recursos económicos para comprarlo.
•No te alejarás de tus consumidores. Crea o diseña seis diferentes formas para entrar y estar en contacto permanente con tu mercado meta o target. Por ejemplo, mediante correo electrónico o una llamada telefónica. Se trata de una práctica ideal para escuchar la opinión de tu cliente y preguntarle acerca de puntos específicos: ¿el producto o servicio realmente resolvió sus necesidades?, ¿tiene alguna queja o sugerencia para mejorar el servicio? Esto no sólo te ayudará a corregir tus errores, sino que lo harás sentir especial.
•No confiarás en la improvisación. Aquí la solución es aprender a elaborar una buena presentación que dure de 30 segundos a tres minutos y que sea impactante. Pero para impresionar al cliente no es necesario hacer “circo, maroma y teatro”. La solución es más sencilla de lo que te imaginas. La idea es que sepas explicar en simples palabras de que se trata y que es tu producto y si tienes gente que trabaje para ti con mayor razón deben saber ese texto de presentación.
•No tendrás problemas de comunicación. La mayoría de las personas no pueden vender cuando alguien les pregunta algo tan sencillo como “¿a qué te dedicas? o ¿qué es lo que vendes?”. Simplemente les da pena y no comunican bien sus ideas. Recuerda que más que vender productos o servicios, en realidad se trata de ideas, soluciones y resultados enfocados a superar las expectativas del cliente. Por lo tanto, debes tener un manejo perfecto del lenguaje verbal y no verbal. Este último incluye gestos, ademanes y expresiones faciales.
•No permitirás que sólo los vendedores vendan. Lo más importante es que todas las personas de tu equipo sepan cómo vender. Eso incluye cómo hacer una presentación y cómo manejar objeciones de manera efectiva. El error más grande que comete la mayoría de las emprendedoras es que piensan que el vendedor es el único que debe vender.
•No perderás ninguna venta. Muchas vendedoras saben cómo comunicar la oportunidad del negocio, pero a la hora de cerrar son un tanto “tibios”, es decir, les da pena. Y la razón es sencilla: no quieren parecer incisivas o no encuentran la manera de poner presión al cliente. En ese momento es cuando fallan. La venta se cierra durante la presentación, no es algo que haces al final. Para lograrlo, tu mejor estrategia es realizar preguntas que te ayuden a obtener información a tu favor.
•No dejarás de aprovechar los testimonios. El último paso (del proceso de la venta), quizá el más importante de todos y el que la mayoría de las emprendedoras tiende a pasar por alto, es contar con los testimonios de los clientes. Se trata de historias sobre cómo era la vida del consumidor antes de adquirir un producto o servicio, y cómo es ahora, después de tener la experiencia de compra.
•No defraudarás la confianza de tus consumidores. Comienza por interesarte realmente en averiguar quién es tu prospecto o cliente, es decir, qué es lo que sucede en su vida. Debes interesarte en el otro, pero no hacerte el interesante. Para ello, la única alternativa es preguntar y poner atención en las respuestas obtenidas. Después, hay que establecer “la realidad compartida” con la otra persona. Esto significa encontrar algo en común que tengas con tu cliente. Por ejemplo, si tanto tú como él tienen hijos de edades similares, éste puede ser un buen inicio para tener un tema de conversación que rompa el hielo. Al final, si sigues estas reglas, la gente pagará más sin importar que tu producto sea más caro. Esto simplemente porque te tienen confianza. Cuando construyes una reputación basada en este elemento, todas las personas te buscarán.
•No olvidarás la importancia del servicio al cliente. Es muy importante considerar el servicio al cliente, ya que debes tener contentos y con sus necesidades completas a tus clientes y los potenciales, ya que un cliente contento es un cliente que vuelve a comprarte y es parte de tu emprendimiento.
Explicación:
No sé si es la respuesta que buscabas pero espero haberte ayudado, una disculpa por el texto tan largo.