Los cómics tradicionales japoneses se denominan manga, una palabra nipona que significa literalmente dibujos irresponsables. Su paternidad se atribuye al artista del siglo XVIII Hokusai, aunque los manga no se hicieron populares hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
Manga es la palabra japonesa para designar las historietas en general. Fuera de Japón, se utiliza para referirse a las historietas de origen japonés.
El manga japonés constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a nivel mundial, junto con la estadounidense y la franco-belga. Abarca una extensa variedad de géneros y llega a públicos diversos. Es una parte muy importante del mercado editorial de Japón y motiva múltiples adaptaciones a distintos formatos: series de animación, conocidas como anime, o de imagen real, películas, videojuegos y novelas. Cada semana o mes se editan nuevas revistas con entregas de cada serie, al más puro estilo del folletín, protagonizadas por héroes cuyas aventuras en algunos casos seducen a los lectores durante años.1 Desde los años ochenta han ido conquistando también los mercados occidentales.
Respuesta:
Los cómics tradicionales japoneses se denominan manga, una palabra nipona que significa literalmente dibujos irresponsables. Su paternidad se atribuye al artista del siglo XVIII Hokusai, aunque los manga no se hicieron populares hasta después de la Segunda Guerra Mundial.
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Manga es la palabra japonesa para designar las historietas en general. Fuera de Japón, se utiliza para referirse a las historietas de origen japonés.
El manga japonés constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a nivel mundial, junto con la estadounidense y la franco-belga. Abarca una extensa variedad de géneros y llega a públicos diversos. Es una parte muy importante del mercado editorial de Japón y motiva múltiples adaptaciones a distintos formatos: series de animación, conocidas como anime, o de imagen real, películas, videojuegos y novelas. Cada semana o mes se editan nuevas revistas con entregas de cada serie, al más puro estilo del folletín, protagonizadas por héroes cuyas aventuras en algunos casos seducen a los lectores durante años.1 Desde los años ochenta han ido conquistando también los mercados occidentales.