Un Ensayo consiste en realizar la exposición desde un punto de vista personal hacia un tema en especifico, el cual puede abarcar diversos orígenes como por ejemplo: Humanístico, Político, Filosófico, Cultural, Social, Ect…
A la hora de recurrir a la redacción hemos de tener en cuenta que no requerimos de ningún requisito a la hora de realizarlo ya que el mismo se realiza de forma libre e asistemática con nuestro propio estilo.
Tipos de Ensayos:
En la actualidad podemos clasificar a los ensayos en 2 tipos: Literario y Científico.
ejemplos de ensayos literarios:
Apología del matambre, de Esteban Echeverria. Un extranjero que ignorando absolutamente el castellano oyese por primera vez pronunciar, con el énfasis que inspira el nombre, a un gaucho que va ayuno y de camino, la palabra matambre, diría para sí muy satisfecho de haber acertado: éste será el nombre de alguna persona ilustre, o cuando menos el de algún rico hacendado. Otro que presumiese saberlo, pero no atinase con la exacta significación que unidos tienen los vocablos mata y hambre, al oírlos salir rotundos de un gaznate hambriento, creería sin duda que tan sonoro y expresivo nombre era de algún ladrón o asesino famoso. Pero nosotros, acostumbrados desde niños a verlo andar de boca en boca, a chuparlo cuando de teta, a saborearlo cuando más grandes, a desmenuzarlo y tragarlo cuando adultos, sabemos quién es, cuáles son sus nutritivas virtudes y el brillante papel que en nuestras mesas representa.
Un Ensayo consiste en realizar la exposición desde un punto de vista personal hacia un tema en especifico, el cual puede abarcar diversos orígenes como por ejemplo: Humanístico, Político, Filosófico, Cultural, Social, Ect…
A la hora de recurrir a la redacción hemos de tener en cuenta que no requerimos de ningún requisito a la hora de realizarlo ya que el mismo se realiza de forma libre e asistemática con nuestro propio estilo.
Tipos de Ensayos:
En la actualidad podemos clasificar a los ensayos en 2 tipos: Literario y Científico.
ejemplos de ensayos literarios:
Apología del matambre, de Esteban Echeverria.Un extranjero que ignorando absolutamente el castellano oyese por primera vez pronunciar, con el énfasis que inspira el nombre, a un gaucho que va ayuno y de camino, la palabra matambre, diría para sí muy satisfecho de haber acertado: éste será el nombre de alguna persona ilustre, o cuando menos el de algún rico hacendado. Otro que presumiese saberlo, pero no atinase con la exacta significación que unidos tienen los vocablos mata y hambre, al oírlos salir rotundos de un gaznate hambriento, creería sin duda que tan sonoro y expresivo nombre era de algún ladrón o asesino famoso. Pero nosotros, acostumbrados desde niños a verlo andar de boca en boca, a chuparlo cuando de teta, a saborearlo cuando más grandes, a desmenuzarlo y tragarlo cuando adultos, sabemos quién es, cuáles son sus nutritivas virtudes y el brillante papel que en nuestras mesas representa.