Se define como la acción unitaria de masas que tiene unos objetivos que concitan la participación del conjunto de expresiones del movimiento sindical, social, popular .
El pasado reciente de la Tierra del Bunde no recuerda un movimiento social que haya generado un fenómeno conocido y popularizado, en la década de los años 70 y 80, con la denominación de paro cívico, como acción mediante la cual el inconformismo ciudadano inmoviliza la ciudad, en protesta por los abusos de las autoridades en el manejo de los servicios públicos, la asistencia social, el empleo, el transporte, la educación, etc., o paraliza al país, en procura de satisfacer una angustia social general.
Si bien es cierto que, los movimientos cívicos, como mecanismos de organización y lucha popular, hace rato entraron en crisis por el surgimiento de factores económicos, sociales y políticos que socavaron la base popular de su sustento, igualmente es cierto que, cuando las autoridades municipales o nacionales se desmadran, surge espontáneo de las entrañas del conflicto el paro cívico como herramienta de defensa social.
La Ciudad Musical, señorial y pacata, es reseñada por la crónica investigativa como una de las primeras urbes del país que soportó, por allá en el año de 1958, un paro cívico. Y, pare de contar. En el gobierno de los tres últimos alcaldes un rumor de paro ha recorrido con insistencia los barrios populares de la ciudad. En el primero, por el despojo de la antena parabólica de que se hizo víctima a la ciudad por parte del ministerio de Comunicaciones. En el segundo, por cobros excesivos en la construcción de obras viales. Y, en el actual, por el cúmulo de desaciertos en la imposición de tributos (sobretasa a la gasolina, valorización, Avenida Ambalá, Impuesto Predial) y las dudas que surgen en la inversión de los mismos. Si el paro cívico no se ha cristalizado espontáneamente, esta es su característica, es porque el abuso de la autoridad municipal no ha concitado la voluntad de las mayorías ciudadanas para la protesta y no, porque el Alcalde, a última hora, haya dictado un decreto impidiéndolo, con el supuesto fin de preservar la cara limpia de una ciudad que se dispone a nadar en el XXIV Campeonato Suramericano Juvenil de Natación.
Por lo pronto, los contradictores del Alcalde Ramírez continúan rumiando el paro cívico, le volean palo físico por las constantes volteretas que se acostumbró a dar y, están felices por la actuación de la Fiscalía en la investigación de la adjudicación de los cupos para taxis.
Respuesta:
Se define como la acción unitaria de masas que tiene unos objetivos que concitan la participación del conjunto de expresiones del movimiento sindical, social, popular .
Explicación:
ESPERO TE AYUDE SI PUEDES ME DAS CORONITA
Respuesta:
Corona
Explicación:
PARO CÍVICO O PALO FÍSICO
El pasado reciente de la Tierra del Bunde no recuerda un movimiento social que haya generado un fenómeno conocido y popularizado, en la década de los años 70 y 80, con la denominación de paro cívico, como acción mediante la cual el inconformismo ciudadano inmoviliza la ciudad, en protesta por los abusos de las autoridades en el manejo de los servicios públicos, la asistencia social, el empleo, el transporte, la educación, etc., o paraliza al país, en procura de satisfacer una angustia social general.
Si bien es cierto que, los movimientos cívicos, como mecanismos de organización y lucha popular, hace rato entraron en crisis por el surgimiento de factores económicos, sociales y políticos que socavaron la base popular de su sustento, igualmente es cierto que, cuando las autoridades municipales o nacionales se desmadran, surge espontáneo de las entrañas del conflicto el paro cívico como herramienta de defensa social.
La Ciudad Musical, señorial y pacata, es reseñada por la crónica investigativa como una de las primeras urbes del país que soportó, por allá en el año de 1958, un paro cívico. Y, pare de contar. En el gobierno de los tres últimos alcaldes un rumor de paro ha recorrido con insistencia los barrios populares de la ciudad. En el primero, por el despojo de la antena parabólica de que se hizo víctima a la ciudad por parte del ministerio de Comunicaciones. En el segundo, por cobros excesivos en la construcción de obras viales. Y, en el actual, por el cúmulo de desaciertos en la imposición de tributos (sobretasa a la gasolina, valorización, Avenida Ambalá, Impuesto Predial) y las dudas que surgen en la inversión de los mismos. Si el paro cívico no se ha cristalizado espontáneamente, esta es su característica, es porque el abuso de la autoridad municipal no ha concitado la voluntad de las mayorías ciudadanas para la protesta y no, porque el Alcalde, a última hora, haya dictado un decreto impidiéndolo, con el supuesto fin de preservar la cara limpia de una ciudad que se dispone a nadar en el XXIV Campeonato Suramericano Juvenil de Natación.
Por lo pronto, los contradictores del Alcalde Ramírez continúan rumiando el paro cívico, le volean palo físico por las constantes volteretas que se acostumbró a dar y, están felices por la actuación de la Fiscalía en la investigación de la adjudicación de los cupos para taxis.