jhurleygaleano123
A diferencia de la acción, la pasión no depende de la voluntad ni de la libre elección del individuo quedando, pues, al margen de la deliberación, de la consideración racional. La pasión es una afección que experimenta el individuo y a la que no puede sustraerse fácilmente. Podemos definirla como un estado afectivo que experimenta el individuo de forma duradera e intensa, que no ha sido elegido por él, y que va asociada a la sensación de estar sometido a un influjo que domina su comportamiento.
El estudio de las pasiones despertó gran interés en los siglos XVII y XVIII entre los filósofos, y algunos de ellos, como Descartes ("Las pasiones del alma"), dedicaron una obra en exclusiva a su estudio, con la intención de determinar su naturaleza y las posibles formas de control sobre ellas por parte del alma. No son pocos los sistemas éticos que han hecho del control de las pasiones un elemento clave para poder alcanzar una vida feliz, dotándolas de una consideración negativa para la vida de los seres humanos y privilegiando el carácter racional de la vida humana. Otros, por el contrario, proponen un tipo de vida basado en la consideración del papel positivo de las pasiones, en detrimento de la racionalidad como elemento rector de la vida humana. La oposición entre las pasiones y la razón es un lugar común en la tradición filosófica y cultural occidental.
El estudio de las pasiones despertó gran interés en los siglos XVII y XVIII entre los filósofos, y algunos de ellos, como Descartes ("Las pasiones del alma"), dedicaron una obra en exclusiva a su estudio, con la intención de determinar su naturaleza y las posibles formas de control sobre ellas por parte del alma. No son pocos los sistemas éticos que han hecho del control de las pasiones un elemento clave para poder alcanzar una vida feliz, dotándolas de una consideración negativa para la vida de los seres humanos y privilegiando el carácter racional de la vida humana. Otros, por el contrario, proponen un tipo de vida basado en la consideración del papel positivo de las pasiones, en detrimento de la racionalidad como elemento rector de la vida humana. La oposición entre las pasiones y la razón es un lugar común en la tradición filosófica y cultural occidental.