vale20156
Nuevamente aparecen en los medios, escenas de violencia en las escuelas que nos interpelan a todos en general y a los docentes en particular. Estigmatizar a los jóvenes como violentos o circunscribir la violencia al ámbito escolar, es para nosotros un reduccionismo porque consideramos que la violencia escolar no esta disociada de la violencia social. Recordemos que la escuela es una institución social que en estas últimas décadas ha sufrido una serie de demandas producto de un cambio de época (postmodernidad). Tampoco perdamos de vista que el tema es complejo y tiene distintas dimensiones y el contexto social es muy importante. Por ello, debemos interrogarnos y preguntarnos si estamos construyendo una matriz socio cultural violenta en donde se ponderan valores que priorizan el Tener en lugar del Ser. En este sentido, la escuela, contraria a sus orígenes, se ha tornado en un agente social “contracultural” porque a través de sus maestros y profesores trata de promover valores que la sociedad, en algunas circunstancias , no acompaña, como la solidaridad , la cultura del esfuerzo , el respeto por el prójimo y el merito. Por todo lo descripto, la cuestión requiere de un tratamiento profesional y para ello las ciencias sociales nos brindan distintas herramientas para enfrentar y entender dichas situaciones, en este sentido el enfoque teórico de la desorganización social, considera a éstos problemas como producto del ciclo cambio-desorganización-reorganización. Esto significa que las alteraciones sociales provocan problemas que tanto las normas como las instituciones no tenían previsto, tornándolas así en ineficaces para el tratamiento de las nuevas problemáticas. Ante ello, la escuela como institución social debe “reorganizarse” y dotar de
Recordemos que la escuela es una institución social que en estas últimas décadas ha sufrido una serie de demandas producto de un cambio de época (postmodernidad).
Tampoco perdamos de vista que el tema es complejo y tiene distintas dimensiones y el contexto social es muy importante. Por ello, debemos interrogarnos y preguntarnos si estamos construyendo una matriz socio cultural violenta en donde se ponderan valores que priorizan el Tener en lugar del Ser.
En este sentido, la escuela, contraria a sus orígenes, se ha tornado en un agente social “contracultural” porque a través de sus maestros y profesores trata de promover valores que la sociedad, en algunas circunstancias , no acompaña, como la solidaridad , la cultura del esfuerzo , el respeto por el prójimo y el merito.
Por todo lo descripto, la cuestión requiere de un tratamiento profesional y para ello las ciencias sociales nos brindan distintas herramientas para enfrentar y entender dichas situaciones, en este sentido el enfoque teórico de la desorganización social, considera a éstos problemas como producto del ciclo cambio-desorganización-reorganización.
Esto significa que las alteraciones sociales provocan problemas que tanto las normas como las instituciones no tenían previsto, tornándolas así en ineficaces para el tratamiento de las nuevas problemáticas. Ante ello, la escuela como institución social debe “reorganizarse” y dotar de