Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Para prevenir la faringitis se debe evitar el contacto con las secreciones faríngeas mediante, por ejemplo, el uso de guantes por parte del dentista. También es importante lavarse las manos y evitar compartir tazas o utensilios para comer con personas enfermas.
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