La identidad humana no está dada desde el principio, pues la persona puede llegar a ser lo que realmente es, o puede no llegar. La existencia auténtica es aquella que se vive con conciencia del propio origen y de la propia destinación o término.
La existencia inauténtica es la vida banal, no consciente de la propia identidad, vocación ni destino, y en ella se pierde uno a sí mismo. Por tanto, la autenticidad y la identidad humanas no están dadas a priori.
La identidad humana no está dada desde el principio, pues la persona puede llegar a ser lo que realmente es, o puede no llegar. La existencia auténtica es aquella que se vive con conciencia del propio origen y de la propia destinación o término.
La existencia inauténtica es la vida banal, no consciente de la propia identidad, vocación ni destino, y en ella se pierde uno a sí mismo. Por tanto, la autenticidad y la identidad humanas no están dadas a priori.