edwindavid24
La fecundación es un proceso biológico que se caracteriza por la unión de dos células, el gameto masculino y el femenino, que a su vez generan la primera célula de un nuevo individuo.
Hay que tener en cuenta que la fusión de dos células (un ovocito y un espermatozoide) producen una célula distinta, llamada cigoto. La fecundación implica, por lo tanto, el inicio de una nueva vida. Cuando los espermatozoides se introducen en la vagina en el momento del coito, se dirigen hacia las trompas de Falopio y allí llegan a sobrevivir hasta 72 horas, por lo que la fecundación se puede producir con posterioridad a la relación sexual entre el hombre y la mujer.
Entre los millones de espermatozoides que se producen, solamente uno consigue introducirse en el óvulo y fecundarlo. En el momento de la unión, el espermatozoide une su núcleo con el del gameto y ambos fusionan su información genética en el cigoto.
El siguiente paso es el viaje de la célula fecundada hasta el útero. La implantación definitiva del óvulo se produce siete días después de la fecundación y a partir de entonces empieza a desarrollarse el embrión en la placenta de la mujer, que servirá de nutriente al feto durante su desarrollo. Una vez se ha consolidado este proceso, las hormonas de la mujer empiezan a emitir señales (por ejemplo, las náuseas) y la mujer tiene indicios de que está embarazada.
Hay que tener en cuenta que la fusión de dos células (un ovocito y un espermatozoide) producen una célula distinta, llamada cigoto. La fecundación implica, por lo tanto, el inicio de una nueva vida.
Cuando los espermatozoides se introducen en la vagina en el momento del coito, se dirigen hacia las trompas de Falopio y allí llegan a sobrevivir hasta 72 horas, por lo que la fecundación se puede producir con posterioridad a la relación sexual entre el hombre y la mujer.
Entre los millones de espermatozoides que se producen, solamente uno consigue introducirse en el óvulo y fecundarlo. En el momento de la unión, el espermatozoide une su núcleo con el del gameto y ambos fusionan su información genética en el cigoto.
El siguiente paso es el viaje de la célula fecundada hasta el útero. La implantación definitiva del óvulo se produce siete días después de la fecundación y a partir de entonces empieza a desarrollarse el embrión en la placenta de la mujer, que servirá de nutriente al feto durante su desarrollo. Una vez se ha consolidado este proceso, las hormonas de la mujer empiezan a emitir señales (por ejemplo, las náuseas) y la mujer tiene indicios de que está embarazada.