mariatereza123Surgida del ingenio popular, casi alcanza el estatus de un proverbio. Conocida es la capacidad que tienen ciertos loros para hablar, gracias a repetir frases que escuchan a cotidiano, pero también se ha comprobado que resulta una tarea dificultosa (o imposible) para aquellos ejemplares ya entrados en años. A partir de esta situación, el concepto se ha trasladado a las personas, indicando que cualquier tipo de aprendizaje resulta complejo a medida que se envejece.