Se entiende por entorno todo aquello que rodea externamente a una organización. En tanto que la organización es un sistema abierto, mantiene una interacción continua con su entorno.
En una aproximación formal al análisis del ambiente podemos establecer la siguiente subdivisión tomando como criterio la “proximidad” a la organización:
a) Ambiente general: macro-ambiente común a todas las organizaciones, cuyas principales características son:
Condiciones tecnológicas: la empresa necesita adaptarse e incorporar tecnología para no perder su competitividad.
Condiciones legales: legislación vigente comercial, laboral, fiscal, etc.
Condiciones políticas: decisiones tomadas en el ámbito nacional, municipal, etc.
Condiciones económicas: inflación, distribución de la renta, acceso al crédito, etc.
Condiciones demográficas: tasa de crecimiento, distribución geográfica, etc.
Condiciones ecológicas: polución, clima, transportes, comunicaciones, etc.
b) Ambiente específico: el más próximo e inmediato de cada organización. Está constituido por:
Proveedores: recursos materiales, financieros, humanos, etc.
Clientes: consumidores de los productos de la empresa.
Competidores: disputa con otras compañías por los inputs y los clientes.
Entidades reguladoras: sindicatos, órganos legislativos, etc.
La empresa, al escoger su producto y el mercado en donde intenta colocarlo, elige también su ambiente específico. La identificación de los diferentes elementos es fundamental para la acción organizacional, ya que localiza la fuente de las contingencias que debe atender y posibilita reducir la incertidumbre que surge de la relación con el entorno.
En este sentido, se establece una segunda clasificación dependiendo de las características del ambiente específico:
a) Según su estructura:
Ambiente homogéneo: los proveedores, clientes y competidores son similares; poca segmentación de mercado; las presiones impuestas son pocas y similares.
Ambiente heterogéneo: mucha diferenciación entre clientes, proveedores y competidores; mucha segmentación en los mercados; grandes y diferentes presiones.
b) Según su dinámica:
Ambiente estable: se presentan pocos cambios, desarrollo lento y previsible, por lo que las contingencias impuestas a la organización son menores. Mantenimiento del statu quo, que permite adoptar una estructura burocrática y conservadora.
Ambiente inestable: los agentes provocan muchos cambios; mandan la innovación y creatividad. Orientación externa hacia el mercado, que exige una estructura organizacional adaptable e innovadora.
Combinando homogeneidad-heterogeneidad con estabilidad-inestabilidad surgen distintas situaciones ambientales:
Se entiende por entorno todo aquello que rodea externamente a una organización. En tanto que la organización es un sistema abierto, mantiene una interacción continua con su entorno.
En una aproximación formal al análisis del ambiente podemos establecer la siguiente subdivisión tomando como criterio la “proximidad” a la organización:
a) Ambiente general: macro-ambiente común a todas las organizaciones, cuyas principales características son:
Condiciones tecnológicas: la empresa necesita adaptarse e incorporar tecnología para no perder su competitividad.
Condiciones legales: legislación vigente comercial, laboral, fiscal, etc.
Condiciones políticas: decisiones tomadas en el ámbito nacional, municipal, etc.
Condiciones económicas: inflación, distribución de la renta, acceso al crédito, etc.
Condiciones demográficas: tasa de crecimiento, distribución geográfica, etc.
Condiciones ecológicas: polución, clima, transportes, comunicaciones, etc.
b) Ambiente específico: el más próximo e inmediato de cada organización. Está constituido por:
Proveedores: recursos materiales, financieros, humanos, etc.
Clientes: consumidores de los productos de la empresa.
Competidores: disputa con otras compañías por los inputs y los clientes.
Entidades reguladoras: sindicatos, órganos legislativos, etc.
La empresa, al escoger su producto y el mercado en donde intenta colocarlo, elige también su ambiente específico. La identificación de los diferentes elementos es fundamental para la acción organizacional, ya que localiza la fuente de las contingencias que debe atender y posibilita reducir la incertidumbre que surge de la relación con el entorno.
En este sentido, se establece una segunda clasificación dependiendo de las características del ambiente específico:
a) Según su estructura:
Ambiente homogéneo: los proveedores, clientes y competidores son similares; poca segmentación de mercado; las presiones impuestas son pocas y similares.
Ambiente heterogéneo: mucha diferenciación entre clientes, proveedores y competidores; mucha segmentación en los mercados; grandes y diferentes presiones.
b) Según su dinámica:
Ambiente estable: se presentan pocos cambios, desarrollo lento y previsible, por lo que las contingencias impuestas a la organización son menores. Mantenimiento del statu quo, que permite adoptar una estructura burocrática y conservadora.
Ambiente inestable: los agentes provocan muchos cambios; mandan la innovación y creatividad. Orientación externa hacia el mercado, que exige una estructura organizacional adaptable e innovadora.
Combinando homogeneidad-heterogeneidad con estabilidad-inestabilidad surgen distintas situaciones ambientales:
HOMOGÉNEO Estructura simple: pocas divisiones funcionales. Departamentalización geográfica. Descentralización.
HETEROGÉNEO Muchas divisiones funcionales y territoriales. Reglas. Diferenciación y toma de decisiones descentralizada.
ESTABLE
INESTABLE