Cuando hablamos de bullying generalmente nos centramos en lo que sucede en la escuela o en los círculos del amigos. Sin embargo, es crucial reflexionar sobre el bullying que ocurre con mucha naturalidad en nuestras familias.
Es una práctica común relacionarnos con los miembros de nuestra familia a través de actitudes de acoso, aunque a primera vista no parezca asi.
Nos parece casi normal poner apodos, permitir que entre hermanos haya peleas y descalificaciones constantes, golpes,etc. Como padres se puede caer en actitudes repetitivas que señalan las fallas o deficiencias de alguno de los hijos. Y por supesto las descalificaciones y expresiones violentas entre la pareja de padres.
La familia extendida también suele ser un terreno fértil de acoso, ya que entre tíos, primos y abuelos se pueden caer en descalificaciones o en la creación de bandos que se relacionan de manera violenta de forma activa o pasiva. Recordemos que la violencia no sólo es física, la violencia también es psicológica y emocional.
Así que te invitamos a hacer una reflexión profunda sobre las dinámicas que ocurren en tu familia y que realices los cambios que se necesitan de manera inmediata ya que todo lo que sucede en tu ámbito familiar se replica fuera de casa y se arraiga en la forma que los niños tienen de relacionarse con otros.
Convierte tu entorno familiar en un lugar seguro y pacífico, no en un espacio hóstil y agresivo.
Cuando hablamos de bullying generalmente nos centramos en lo que sucede en la escuela o en los círculos del amigos. Sin embargo, es crucial reflexionar sobre el bullying que ocurre con mucha naturalidad en nuestras familias.
Es una práctica común relacionarnos con los miembros de nuestra familia a través de actitudes de acoso, aunque a primera vista no parezca asi.
Nos parece casi normal poner apodos, permitir que entre hermanos haya peleas y descalificaciones constantes, golpes,etc. Como padres se puede caer en actitudes repetitivas que señalan las fallas o deficiencias de alguno de los hijos. Y por supesto las descalificaciones y expresiones violentas entre la pareja de padres.
La familia extendida también suele ser un terreno fértil de acoso, ya que entre tíos, primos y abuelos se pueden caer en descalificaciones o en la creación de bandos que se relacionan de manera violenta de forma activa o pasiva. Recordemos que la violencia no sólo es física, la violencia también es psicológica y emocional.
Así que te invitamos a hacer una reflexión profunda sobre las dinámicas que ocurren en tu familia y que realices los cambios que se necesitan de manera inmediata ya que todo lo que sucede en tu ámbito familiar se replica fuera de casa y se arraiga en la forma que los niños tienen de relacionarse con otros.
Convierte tu entorno familiar en un lugar seguro y pacífico, no en un espacio hóstil y agresivo.