Tanto las bebidas como los alimentos tienden a descomponerse de forma natural. Al descomponerse suelen producir hongos y bacterias que son la primera causa de enfermedades gastrointestinales. Por lo general, los alimentos pueden descomponerse por fenómenos vitales y no vitales.
La primera causa de su descomposición son los fenómenos vitales, es decir, las bacterias y parásitos del medio ambiente. Los microorganismos producen la descomposición, interviniendo en los procesos fisicoquímicos de los alimentos.
Su descomposición por efectos no vitales se debe a agentes externos como son: la temperatura, humedad, oxígeno, luz o tiempo. Un alimento o bebida descompuesta puede percibirse en su color, olor, sabor, textura y consistencia.
Para evitar que los alimentos y bebidas se descompongan se puede someter el producto a un método de conservación. Los métodos de conservación son procesos para evitar que un producto se degrade. Dentro de este proceso intervienen los conservadores y acidulantes.
Los acidulantes
Los acidulantes son sustancias aditivas de uso alimenticio. Su función se basa en modificar la acidez de los alimentos y en reforzar su sabor. Asimismo, funcionan para asentar geles y conservadores. Un acidulante puede mantener el pH del alimento a un nivel adecuado, evitando el desarrollo de bacterias no deseadas. Como son considerados antioxidantes, aumentan la vida útil del alimento o bebida, previniendo la oxidación.
Los conservadores
Los conservadores son ingredientes encargados de prevenir la acción de agentes biológicos. Su uso, principalmente, se centra en la industria alimenticia. Debido a su función, los alimentos tardan en deteriorarse así como inhiben, retardan y previenen el desarrollo de bacterias, levaduras y moho. La mayoría de los conservadores poseen ácido sórbico y ácido benzoico. Estos aditivos químicos impiden la oxidación de ciertas sustancias, evitando la descomposición.
Respuesta:
que son porque no comemos bien y yo entiendo por eso que esta mal
Explicación:
gracias la respuesta es que es un problema
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Tanto las bebidas como los alimentos tienden a descomponerse de forma natural. Al descomponerse suelen producir hongos y bacterias que son la primera causa de enfermedades gastrointestinales. Por lo general, los alimentos pueden descomponerse por fenómenos vitales y no vitales.
La primera causa de su descomposición son los fenómenos vitales, es decir, las bacterias y parásitos del medio ambiente. Los microorganismos producen la descomposición, interviniendo en los procesos fisicoquímicos de los alimentos.
Su descomposición por efectos no vitales se debe a agentes externos como son: la temperatura, humedad, oxígeno, luz o tiempo. Un alimento o bebida descompuesta puede percibirse en su color, olor, sabor, textura y consistencia.
Para evitar que los alimentos y bebidas se descompongan se puede someter el producto a un método de conservación. Los métodos de conservación son procesos para evitar que un producto se degrade. Dentro de este proceso intervienen los conservadores y acidulantes.
Los acidulantes
Los acidulantes son sustancias aditivas de uso alimenticio. Su función se basa en modificar la acidez de los alimentos y en reforzar su sabor. Asimismo, funcionan para asentar geles y conservadores. Un acidulante puede mantener el pH del alimento a un nivel adecuado, evitando el desarrollo de bacterias no deseadas. Como son considerados antioxidantes, aumentan la vida útil del alimento o bebida, previniendo la oxidación.
Los conservadores
Los conservadores son ingredientes encargados de prevenir la acción de agentes biológicos. Su uso, principalmente, se centra en la industria alimenticia. Debido a su función, los alimentos tardan en deteriorarse así como inhiben, retardan y previenen el desarrollo de bacterias, levaduras y moho. La mayoría de los conservadores poseen ácido sórbico y ácido benzoico. Estos aditivos químicos impiden la oxidación de ciertas sustancias, evitando la descomposición.