kkkati2000
Sin llegar al esclavismo, los conquistadores y primeros colonos europeos de América hispana, lograron la mano de obra que necesitaban para sus labores. Cuando los primeros españoles se hicieron cargo de los territorios coloniales de América, se vieron obligados a establecer varios tipos de organización de trabajo y servicios, ya sea por cuestiones de interés por los recursos, y en algunos casos, por la mera necesidad de supervivencia.La mano de obra era un capital fundamental para cualquier industria que intentara crear bienestar o riqueza en la colonia, y su movilidad y mortalidad inmediatamente preocupó a los pocos europeos que la habitaban, ya que la economía original era desmonetarizada. Los productos se intercambiaban por trueque o servicios. Justificación religiosa y políticaSe editaron toda una serie de bulas papales (Inter Caetera, Dudum Siquidem, Eximiae Devotionis, Universalis Eclesiae, Romanus Pontifex, Omnimoda y Sublimis Deus, publicadas durante los papados de Alejandro VI, Julio II y Adriano VI) a partir de 1493, que establecían la obligación, amparada por los reyes Católicos y sus sucesores, de introducir a los indígenas al Catolicismo.
Mita, Yanaconazgo y EncomiendaLa mita es un servicio público de carácter obligatorio, en donde el Corregidor destina mano de obra para trabajar un periodo determinado en alguna actividad, generalmente en labores temporarias o para zonas con poca población autóctona. Se utilizaba mucho en la minería, los obrajes y las actividades agrícolas puntuales, como la siembra o cosecha. Cuando se terminaba el plazo o la labor, el indígena regresaba a su vida cotidiana.El yanaconazgo tiene similares características, pero en realidad no resulta así. El responsable de una determinada cantidad de mano de obra destinada a una actividad es el cacique, quien cubre una cuota de trabajadores a cambio de un pago. En un principio, esto funciona, pero la mortandad y los indios escapados de su cacique, provoca injusticias con los que quedan, y generalmente deriva en revueltas internas en las poblaciones.La encomienda es la repartición más generalizada en la colonia hispana. Se aplica a latifundios que contienen población propia, donde se llevan a cabo actividades variadas pero continuas. Los nativos de una propiedad son encomendados a su encargado (a cargo de tierras del rey o propietario), y éste aplica el sistema de doctrina. Se dejan de lado las reparticiones por ser no aplicables en relativamente poco tiempoEl sistema funcionó sólo poco menos de cien años, debido a muchos factores. La población europea creció de manera tal que no quedó extensión de tierra con habitantes nativos para repartir, quedando ya establecidas las fronteras con las tribus belicosas. La población comenzó a concentrarse en centros urbanos, y muchas de las actividades no necesitaban los sistemas de repartición. Por otro lado, los nativos sufrieron una caída demográfica tan grande, que en muchas regiones de las colonias debieron ser reemplazados por mano de obra esclava, comprada a traficantes que la traían del África Subsahariana. Esta baja de población nativa se da por enfermedades, excesos en los castigos y trabajos, enfermedades laborales, adopción de vicios europeos, y una pronunciada baja de la natalidad.Una de las explicaciones de esta última causa, es la aparición de una nueva figura jurídica: el mestizo o criollo. Si bien visto por la sociedad colonial blanca con atisbos de discriminación, gozó de nulas cargas fiscales hasta fines del siglo XVIII, lo que provocó un crecimiento, por conveniencia, de su cantidad en todo Latinoamérica.Por último, la encomienda, mita y yanaconazgo dejan de existir antes de su desaparición oficial, en los primeros años de las Independencias. La razón final es que los indígenas elegían escapar de sus encomenderos o caciques, y vagar como indios libres, con la posibilidad hasta de recibir sueldos en lugares desesperadamente necesitados de mano de obra. Tal es el caso de los indígenas escapados que trabajaban en las minas, sobre todo en Cerro Rico de Potosí, en el Alto Perú. ConclusiónSi bien los sistemas de repartición de mano de obra dieron resultado para los primeros europeos, su uso descuidado y excesivo provocó en poco menos de un siglo su acelerada desaparición como sistema de organización social, y hubo de ser reemplazado por una mezcla de otros sistemas, con indios y mestizos trabajadores libres, a la par de blancos pobres, y esclavos negros. El resultado, sumando las inmigraciones europeas posteriores, es la América que conocemos.
Cuando los primeros españoles se hicieron cargo de los territorios coloniales de América, se vieron obligados a establecer varios tipos de organización de trabajo y servicios, ya sea por cuestiones de interés por los recursos, y en algunos casos, por la mera necesidad de supervivencia.La mano de obra era un capital fundamental para cualquier industria que intentara crear bienestar o riqueza en la colonia, y su movilidad y mortalidad inmediatamente preocupó a los pocos europeos que la habitaban, ya que la economía original era desmonetarizada. Los productos se intercambiaban por trueque o servicios.
Justificación religiosa y políticaSe editaron toda una serie de bulas papales (Inter Caetera, Dudum Siquidem, Eximiae Devotionis, Universalis Eclesiae, Romanus Pontifex, Omnimoda y Sublimis Deus, publicadas durante los papados de Alejandro VI, Julio II y Adriano VI) a partir de 1493, que establecían la obligación, amparada por los reyes Católicos y sus sucesores, de introducir a los indígenas al Catolicismo.
Mita, Yanaconazgo y EncomiendaLa mita es un servicio público de carácter obligatorio, en donde el Corregidor destina mano de obra para trabajar un periodo determinado en alguna actividad, generalmente en labores temporarias o para zonas con poca población autóctona. Se utilizaba mucho en la minería, los obrajes y las actividades agrícolas puntuales, como la siembra o cosecha. Cuando se terminaba el plazo o la labor, el indígena regresaba a su vida cotidiana.El yanaconazgo tiene similares características, pero en realidad no resulta así. El responsable de una determinada cantidad de mano de obra destinada a una actividad es el cacique, quien cubre una cuota de trabajadores a cambio de un pago. En un principio, esto funciona, pero la mortandad y los indios escapados de su cacique, provoca injusticias con los que quedan, y generalmente deriva en revueltas internas en las poblaciones.La encomienda es la repartición más generalizada en la colonia hispana. Se aplica a latifundios que contienen población propia, donde se llevan a cabo actividades variadas pero continuas. Los nativos de una propiedad son encomendados a su encargado (a cargo de tierras del rey o propietario), y éste aplica el sistema de doctrina.
Se dejan de lado las reparticiones por ser no aplicables en relativamente poco tiempoEl sistema funcionó sólo poco menos de cien años, debido a muchos factores. La población europea creció de manera tal que no quedó extensión de tierra con habitantes nativos para repartir, quedando ya establecidas las fronteras con las tribus belicosas. La población comenzó a concentrarse en centros urbanos, y muchas de las actividades no necesitaban los sistemas de repartición. Por otro lado, los nativos sufrieron una caída demográfica tan grande, que en muchas regiones de las colonias debieron ser reemplazados por mano de obra esclava, comprada a traficantes que la traían del África Subsahariana. Esta baja de población nativa se da por enfermedades, excesos en los castigos y trabajos, enfermedades laborales, adopción de vicios europeos, y una pronunciada baja de la natalidad.Una de las explicaciones de esta última causa, es la aparición de una nueva figura jurídica: el mestizo o criollo. Si bien visto por la sociedad colonial blanca con atisbos de discriminación, gozó de nulas cargas fiscales hasta fines del siglo XVIII, lo que provocó un crecimiento, por conveniencia, de su cantidad en todo Latinoamérica.Por último, la encomienda, mita y yanaconazgo dejan de existir antes de su desaparición oficial, en los primeros años de las Independencias. La razón final es que los indígenas elegían escapar de sus encomenderos o caciques, y vagar como indios libres, con la posibilidad hasta de recibir sueldos en lugares desesperadamente necesitados de mano de obra. Tal es el caso de los indígenas escapados que trabajaban en las minas, sobre todo en Cerro Rico de Potosí, en el Alto Perú.
ConclusiónSi bien los sistemas de repartición de mano de obra dieron resultado para los primeros europeos, su uso descuidado y excesivo provocó en poco menos de un siglo su acelerada desaparición como sistema de organización social, y hubo de ser reemplazado por una mezcla de otros sistemas, con indios y mestizos trabajadores libres, a la par de blancos pobres, y esclavos negros. El resultado, sumando las inmigraciones europeas posteriores, es la América que conocemos.