La escucha activa no se refiere a estar de acuerdo con lo que alguien nos dice sino a prestar atención a lo que nos dice. Cuando atendemos la comunicación, información y los argumentos de las otras personas estamos entregando el tiempo, algo muy importante, y estamos generando un clima de confianza y reciprocidad. Sin embargo, no todas las personas merecen nuestra confianza, por ello se considera un regalo sagrado valorar el tiempo y la confianza.
Existe un proverbio árabe que dice “quien no comprende una mirada, tampoco comprende una larga explicación”. La comunicación no es conveniente, es imprescindible, pues no entender esto sería un grave error. Además, por fácil que parezca, la comunicación es tan importante para todos los ámbitos de la vida, que por eso existe el arte de comunicar bien.
La empatía tiene que ver con la comprensión y el respeto, pues parte de ponernos en el lugar de la otra persona, así como de establecer conexiones que van más allá de las palabras. La escucha activa y la comunicación asertiva siempre hablaran sobre la personalidad de quien las pone en practica.
La comunicación asertiva se trata específicamente de decir lo que deseo de forma precisa y contundente, las características de una persona asertiva son que su personalidad es muy equilibrada. Los podemos reconocer porque no tendrá ningún empacho en expresar sus sentimiento, ideas, deseos y emociones o diferir de las opiniones de otros. La diferencia con otras personas es que establece el marco del respeto para contrastar, debatir o argumentar sus opiniones, pero nunca amenazando a los demás.
La comunicación asertiva se apoya en dos principios que son: La Seguridad y la Sensibilidad. Por una parte, la seguridad nos da propiedad cuando hablamos, esto es muy importante porque es lo que otros percibirán de nosotros cuando nos comunicamos. Esa seguridad que los otros ven en nosotros les ayuda a respetar nuestras ideas aunque tampoco estén de acuerdo. Además, envía el mensaje que no somos personas fáciles de manipular. Con respecto a la sensibilidad tiene que ver con el tacto que tenemos para escuchar como para expresarnos, pues interpretamos que cuando hacemos una crítica la mayoría de las personas no están preparadas para recibirla. Es por ello, que para evitar el choque tendremos que ser muy cuidadosos con lo que decimos y como lo decimos. Esto tiene que ver con el tono, entonación, la velocidad y el volumen de la voz, además de los gestos y expresiones faciales que emitimos.
La escucha activa no se refiere a estar de acuerdo con lo que alguien nos dice sino a prestar atención a lo que nos dice. Cuando atendemos la comunicación, información y los argumentos de las otras personas estamos entregando el tiempo, algo muy importante, y estamos generando un clima de confianza y reciprocidad. Sin embargo, no todas las personas merecen nuestra confianza, por ello se considera un regalo sagrado valorar el tiempo y la confianza.
Existe un proverbio árabe que dice “quien no comprende una mirada, tampoco comprende una larga explicación”. La comunicación no es conveniente, es imprescindible, pues no entender esto sería un grave error. Además, por fácil que parezca, la comunicación es tan importante para todos los ámbitos de la vida, que por eso existe el arte de comunicar bien.
La empatía tiene que ver con la comprensión y el respeto, pues parte de ponernos en el lugar de la otra persona, así como de establecer conexiones que van más allá de las palabras. La escucha activa y la comunicación asertiva siempre hablaran sobre la personalidad de quien las pone en practica.
La comunicación asertiva se trata específicamente de decir lo que deseo de forma precisa y contundente, las características de una persona asertiva son que su personalidad es muy equilibrada. Los podemos reconocer porque no tendrá ningún empacho en expresar sus sentimiento, ideas, deseos y emociones o diferir de las opiniones de otros. La diferencia con otras personas es que establece el marco del respeto para contrastar, debatir o argumentar sus opiniones, pero nunca amenazando a los demás.
La comunicación asertiva se apoya en dos principios que son: La Seguridad y la Sensibilidad. Por una parte, la seguridad nos da propiedad cuando hablamos, esto es muy importante porque es lo que otros percibirán de nosotros cuando nos comunicamos. Esa seguridad que los otros ven en nosotros les ayuda a respetar nuestras ideas aunque tampoco estén de acuerdo. Además, envía el mensaje que no somos personas fáciles de manipular. Con respecto a la sensibilidad tiene que ver con el tacto que tenemos para escuchar como para expresarnos, pues interpretamos que cuando hacemos una crítica la mayoría de las personas no están preparadas para recibirla. Es por ello, que para evitar el choque tendremos que ser muy cuidadosos con lo que decimos y como lo decimos. Esto tiene que ver con el tono, entonación, la velocidad y el volumen de la voz, además de los gestos y expresiones faciales que emitimos.