Todo hombre es ahora prójimo: el enemigo, el pecador, el pobre. Este no tiene nada, no posee nada fuera de su dignidad de hombre. Cristo se identifica con la porción doliente de la humanidad: gracias al perdón y a la "ternura" de Dios, todo hombre tiene la capacidad de darle a su vida un curso diferente.
Respuesta:
Todo hombre es ahora prójimo: el enemigo, el pecador, el pobre. Este no tiene nada, no posee nada fuera de su dignidad de hombre. Cristo se identifica con la porción doliente de la humanidad: gracias al perdón y a la "ternura" de Dios, todo hombre tiene la capacidad de darle a su vida un curso diferente.
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