La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) protagonizó un boicot, al que se sumaron Cuba, Etiopía y Nicaragua. Aun así, se batieron récords con la participación de 159 países, de los cuales 52 ganaron medallas y 31 se llevaron a casa medallas de oro.
Los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, oficialmente conocidos como los Juegos de la XXIV Olimpiada, fueron un evento multideportivo internacional, celebrado en la ciudad de Seúl, Corea del Sur, entre el 17 de septiembre y el 2 de octubre de 1988. En esta edición participaron 8.391 atletas —6197 hombres y 2194 mujeres— de 159 países.1 Si se suman los árbitros, la cifra asciende a 13.304 personas de 160 países.2
En un contexto marcado por el final de la Guerra Fría, la XXIV Olimpiada fue la primera desde Múnich 1972 que no vivió un boicot político masivo.3 Aunque Corea del Norte se negó a asistir y fue seguida por media docena de países, Seúl 1988 logró la mayor participación hasta la fecha y tanto Estados Unidos como la Unión Soviética volvieron a competir entre sí.1 Estos fueron también los últimos Juegos Olímpicos de dos potencias deportivas: la URSS y la República Democrática Alemana.
En el ámbito deportivo, se celebraron 237 eventos en 23 deportes oficiales, incluyendo el regreso del tenis —luego de sesenta y cuatro años de ausencia— y el estreno del tenis de mesa. En total se batieron 33 plusmarcas mundiales y 227 olímpicas. Entre los atletas más destacados, Kristin Otto se hizo con seis medallas de oro en natación; Matt Biondi obtuvo siete metales —cinco oros— en la misma disciplina; el gimnasta Vladimir Artemov consiguió cuatro oros, y la velocista Florence Griffith Joyner venció en tres pruebas de atletismo.3 Esta edición también estuvo marcada por varios casos de dopaje: se retiraron hasta cinco medallas, entre ellas la de Ben Johnson tras haber batido la plusmarca mundial en la final de los 100 metros.4
La Unión Soviética fue líder del medallero con 132 preseas: 55 oros, 31 platas y 46 bronces, seguida por Alemania Oriental (102), Estados Unidos (94) y Corea del Sur (33).5
Seúl se convirtió en la segunda capital de Asia en celebrar unos Juegos Olímpicos de Verano tras Tokio 1964. A pesar de que Corea del Sur no tenía experiencia en eventos deportivos internacionales, el país mostraba un sólido crecimiento económico y se tomó la concesión como la oportunidad de darse a conocer en el exterior.6 A nivel logístico, el Comité Olímpico Internacional alabó la labor del Comité Organizador; las sedes estuvieron listas con dos años de antelación, pues acogieron también los Juegos Asiáticos de 1986; participaron más de 27 000 voluntarios, hubo aforo completo en casi todas las pruebas, y de las 1.030 competiciones celebradas solo hubo retrasos en treinta.2 Tras su conclusión, se realizaron los VIII Juegos Paralímpicos en la misma ciudad del 15 al 24 de octubre
Respuesta:
La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) protagonizó un boicot, al que se sumaron Cuba, Etiopía y Nicaragua. Aun así, se batieron récords con la participación de 159 países, de los cuales 52 ganaron medallas y 31 se llevaron a casa medallas de oro.
Explicación:
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Los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, oficialmente conocidos como los Juegos de la XXIV Olimpiada, fueron un evento multideportivo internacional, celebrado en la ciudad de Seúl, Corea del Sur, entre el 17 de septiembre y el 2 de octubre de 1988. En esta edición participaron 8.391 atletas —6197 hombres y 2194 mujeres— de 159 países.1 Si se suman los árbitros, la cifra asciende a 13.304 personas de 160 países.2
En un contexto marcado por el final de la Guerra Fría, la XXIV Olimpiada fue la primera desde Múnich 1972 que no vivió un boicot político masivo.3 Aunque Corea del Norte se negó a asistir y fue seguida por media docena de países, Seúl 1988 logró la mayor participación hasta la fecha y tanto Estados Unidos como la Unión Soviética volvieron a competir entre sí.1 Estos fueron también los últimos Juegos Olímpicos de dos potencias deportivas: la URSS y la República Democrática Alemana.
En el ámbito deportivo, se celebraron 237 eventos en 23 deportes oficiales, incluyendo el regreso del tenis —luego de sesenta y cuatro años de ausencia— y el estreno del tenis de mesa. En total se batieron 33 plusmarcas mundiales y 227 olímpicas. Entre los atletas más destacados, Kristin Otto se hizo con seis medallas de oro en natación; Matt Biondi obtuvo siete metales —cinco oros— en la misma disciplina; el gimnasta Vladimir Artemov consiguió cuatro oros, y la velocista Florence Griffith Joyner venció en tres pruebas de atletismo.3 Esta edición también estuvo marcada por varios casos de dopaje: se retiraron hasta cinco medallas, entre ellas la de Ben Johnson tras haber batido la plusmarca mundial en la final de los 100 metros.4
La Unión Soviética fue líder del medallero con 132 preseas: 55 oros, 31 platas y 46 bronces, seguida por Alemania Oriental (102), Estados Unidos (94) y Corea del Sur (33).5
Seúl se convirtió en la segunda capital de Asia en celebrar unos Juegos Olímpicos de Verano tras Tokio 1964. A pesar de que Corea del Sur no tenía experiencia en eventos deportivos internacionales, el país mostraba un sólido crecimiento económico y se tomó la concesión como la oportunidad de darse a conocer en el exterior.6 A nivel logístico, el Comité Olímpico Internacional alabó la labor del Comité Organizador; las sedes estuvieron listas con dos años de antelación, pues acogieron también los Juegos Asiáticos de 1986; participaron más de 27 000 voluntarios, hubo aforo completo en casi todas las pruebas, y de las 1.030 competiciones celebradas solo hubo retrasos en treinta.2 Tras su conclusión, se realizaron los VIII Juegos Paralímpicos en la misma ciudad del 15 al 24 de octubre