EL PRESENTE VOLUMEN es el resultado de las discusiones del grupo de trabajo CLACSO “Religiones, espiritualidades y poder en América Latina y el Caribe”, que funcionó desde 2013 hasta 2016 abordando temáticas relacionadas con los fenómenos religiosos y espirituales
desde la perspectiva de las Ciencias Sociales. Enmarcado en una línea
de reflexión que desde hace años reúne a investigadores, pensadores
y profesionales de América Latina, es la continuidad de dos Grupos
de Trabajo (GT) precedentes (2005-2008 y 2009-2012) que buscaron
profundizar distintos aspectos de las temáticas relacionadas con lo
espiritual y lo religioso, y que continuará luego en el GT “Religión,
neoliberalismo y poscolonialidad” en el período 2016-2019.
Nuestra experiencia de investigación como grupo nos ha llevado
a profundizar la recomposición de las creencias socio-religiosas en
América Latina y el Caribe: las personas no dejan necesariamente de
creer, en muchos casos las creencias se reconfiguran, cambian de forma y de objetos, generan sociabilidades renovadas. A su vez que estas
otorgan legitimidad a espacios de ejercicio del poder y de la dominación (Dri, 2011), también contribuyen a la consolidación de tiempos
y lugares de resistencia y de alternativas sociales y culturales relacionándose desde allí con otras instancias de poder (Mella, 2008; Lozano,
2008). Las sociedades de América Latina y del Caribe han demostrado
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LA RELIGIÓN ANTE LOS PROBLEMAS SOCIALES
una vitalidad en el campo religioso que se expresa en la pluralidad de
religiones y espiritualidades asociadas a procesos de emancipación, y
también a dominaciones variadas.
Sin duda, las creencias y prácticas religiosas han estado presentes en la definición, la producción y el procesamiento de los grandes
problemas que aquejan al continente. Pero las teorías que han emergido desde las Ciencias Sociales en contextos de producción “centrales”
(Wilson, 1966; Stark y Bainbridge, 1985) no siempre han contribuido
a la comprensión del papel de la religión en las dinámicas sociales de
nuestros pueblos. Es por ello que, luego de la experiencia acumulada
en la red de investigadores, consideramos que ha llegado el momento
de plantearnos una sistematización de las categorías con las que comprendemos las sociedades latinoamericanas y caribeñas integrándolas
en un marco teórico que dé cuenta de la presencia diferenciada de la
religión en procesos de transformación social, de conflictos y dominación, y de creación de alternativas de sociabilidad (Ameigeiras, 2012;
En las sociedades latinoamericanas y caribeñas asistimos a procesos de modernización en los cuales religiones y espiritualidades
ocupan lugares relevantes (Sanchis, 2001 y 2008; Pierucci, 1998). En
estas modernidades la presencia de matrices culturales y prácticas
sociales y simbólicas explicitan no solo procesos de mestizaje sino
también formas alternativas de conocer (De Sousa Santos, 2009) que
requieren “desnaturalizar” nociones como secularización y religión
(Semán, 2007). Nos referimos a la necesidad de desplegar un esfuerzo
de redefinición de categorías que permita no solo asumir, en su profunda relevancia histórica, la singularidad de la cultura latinoamericana, sino también enfrentar los procesos de transformación de las
formas del creer, así como la persistente gravitación que las perspectivas eurocéntricas poseen sobre las Ciencias Sociales (Quijano, 2000).
En el contexto latinoamericano, el catolicismo ha dejado de ser el
espacio de articulación hegemónico de las creencias (Frigerio, 2002;
Mallimaci, 2008; Romero, 2012) y se ha ampliado y diversificado el
espacio religioso (Da Costa, 2003). La presencia de grupos evangélicos en la escena política y las instancias legislativas (Steil y Toniol,
2012), la visibilidad acrecentada y las reinvenciones identitarias de
grupos neoindigenistas (De la Torre y Zúñiga, 2017), la militancia de
grupos católicos activistas en las luchas contra las ampliaciones de
derechos (Giménez Béliveau, 2008), la defensa de los Derechos Humanos por grupos activistas evangélicos y católicos (Romero, 2012),
la presencia de comunidades eclesiales de base en sectores populares
(Levine, 1996), la reconfiguración de las creencias populares (Ameigeiras, 2012) nos muestran un paisaje religioso transformado
aqui esta resumidito : Nuestra experiencia de investigación como grupo nos ha llevado a profundizar la recomposición de las creencias socio-religiosas en
LA RELIGIÓN ANTE LOS PROBLEMAS SOCIALES una vitalidad en el campo religioso que se expresa en la pluralidad de religiones y espiritualidades asociadas a procesos de emancipación, y también a dominaciones variadas. Pero las teorías que han emergido desde las Ciencias Sociales en contextos de producción «centrales» no siempre han contribuido a la comprensión del papel de la religión en las dinámicas sociales de nuestros pueblos.
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elliuth723
mucho mejor ya no es tanto sino que ideas principales
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Respuesta:
Explicación:
EL PRESENTE VOLUMEN es el resultado de las discusiones del grupo de trabajo CLACSO “Religiones, espiritualidades y poder en América Latina y el Caribe”, que funcionó desde 2013 hasta 2016 abordando temáticas relacionadas con los fenómenos religiosos y espirituales
desde la perspectiva de las Ciencias Sociales. Enmarcado en una línea
de reflexión que desde hace años reúne a investigadores, pensadores
y profesionales de América Latina, es la continuidad de dos Grupos
de Trabajo (GT) precedentes (2005-2008 y 2009-2012) que buscaron
profundizar distintos aspectos de las temáticas relacionadas con lo
espiritual y lo religioso, y que continuará luego en el GT “Religión,
neoliberalismo y poscolonialidad” en el período 2016-2019.
Nuestra experiencia de investigación como grupo nos ha llevado
a profundizar la recomposición de las creencias socio-religiosas en
América Latina y el Caribe: las personas no dejan necesariamente de
creer, en muchos casos las creencias se reconfiguran, cambian de forma y de objetos, generan sociabilidades renovadas. A su vez que estas
otorgan legitimidad a espacios de ejercicio del poder y de la dominación (Dri, 2011), también contribuyen a la consolidación de tiempos
y lugares de resistencia y de alternativas sociales y culturales relacionándose desde allí con otras instancias de poder (Mella, 2008; Lozano,
2008). Las sociedades de América Latina y del Caribe han demostrado
10
LA RELIGIÓN ANTE LOS PROBLEMAS SOCIALES
una vitalidad en el campo religioso que se expresa en la pluralidad de
religiones y espiritualidades asociadas a procesos de emancipación, y
también a dominaciones variadas.
Sin duda, las creencias y prácticas religiosas han estado presentes en la definición, la producción y el procesamiento de los grandes
problemas que aquejan al continente. Pero las teorías que han emergido desde las Ciencias Sociales en contextos de producción “centrales”
(Wilson, 1966; Stark y Bainbridge, 1985) no siempre han contribuido
a la comprensión del papel de la religión en las dinámicas sociales de
nuestros pueblos. Es por ello que, luego de la experiencia acumulada
en la red de investigadores, consideramos que ha llegado el momento
de plantearnos una sistematización de las categorías con las que comprendemos las sociedades latinoamericanas y caribeñas integrándolas
en un marco teórico que dé cuenta de la presencia diferenciada de la
religión en procesos de transformación social, de conflictos y dominación, y de creación de alternativas de sociabilidad (Ameigeiras, 2012;
Alonso, 2008; Ramírez Calzadilla, 2009; Semán, 2008).
En las sociedades latinoamericanas y caribeñas asistimos a procesos de modernización en los cuales religiones y espiritualidades
ocupan lugares relevantes (Sanchis, 2001 y 2008; Pierucci, 1998). En
estas modernidades la presencia de matrices culturales y prácticas
sociales y simbólicas explicitan no solo procesos de mestizaje sino
también formas alternativas de conocer (De Sousa Santos, 2009) que
requieren “desnaturalizar” nociones como secularización y religión
(Semán, 2007). Nos referimos a la necesidad de desplegar un esfuerzo
de redefinición de categorías que permita no solo asumir, en su profunda relevancia histórica, la singularidad de la cultura latinoamericana, sino también enfrentar los procesos de transformación de las
formas del creer, así como la persistente gravitación que las perspectivas eurocéntricas poseen sobre las Ciencias Sociales (Quijano, 2000).
En el contexto latinoamericano, el catolicismo ha dejado de ser el
espacio de articulación hegemónico de las creencias (Frigerio, 2002;
Mallimaci, 2008; Romero, 2012) y se ha ampliado y diversificado el
espacio religioso (Da Costa, 2003). La presencia de grupos evangélicos en la escena política y las instancias legislativas (Steil y Toniol,
2012), la visibilidad acrecentada y las reinvenciones identitarias de
grupos neoindigenistas (De la Torre y Zúñiga, 2017), la militancia de
grupos católicos activistas en las luchas contra las ampliaciones de
derechos (Giménez Béliveau, 2008), la defensa de los Derechos Humanos por grupos activistas evangélicos y católicos (Romero, 2012),
la presencia de comunidades eclesiales de base en sectores populares
(Levine, 1996), la reconfiguración de las creencias populares (Ameigeiras, 2012) nos muestran un paisaje religioso transformado
no hacia falta que escribieras un testamento :v
Respuesta:
mucho textoxd
Explicación:
aqui esta resumidito : Nuestra experiencia de investigación como grupo nos ha llevado a profundizar la recomposición de las creencias socio-religiosas en
LA RELIGIÓN ANTE LOS PROBLEMAS SOCIALES una vitalidad en el campo religioso que se expresa en la pluralidad de religiones y espiritualidades asociadas a procesos de emancipación, y también a dominaciones variadas. Pero las teorías que han emergido desde las Ciencias Sociales en contextos de producción «centrales» no siempre han contribuido a la comprensión del papel de la religión en las dinámicas sociales de nuestros pueblos.
ya no es tanto sino que ideas principales