Durante el Jurásico, hace 150 millones de años, América del Sur estaba unida a África, con la que formaba el subcontinente de Gondwana. A mediados del Cretáceo, hace 100 millones de años se separó de África, empezó a desplazarse hacia el occidente y durante los siguientes 100 millones años se convirtió en un continente aislado que tenía buena parte de su superficie bajo las aguas marinas; tiempo después empezó a retroceder el nivel del océano y se estableció una primera conexión con América del Norte por medio de una cadena de islas, la cual permitió el intercambio de elementos florísticos y faunísticos entre ambos continentes durante el Plioceno, hace unos 13 millones de años, mucho antes de levantarse el istmo de Panamá.
La formación de la costa Pacífica se inició con el desplazamiento de la placa Suramericana hacia el occidente y su colisión con la placa del Pacífico, lo que dio inicio al levantamiento de la cordillera de los Andes, hace unos 75 millones de años, en el lugar que actualmente ocupa la zona occidental de Ecuador. Las montañas del sur de Bolivia, Chile y Argentina se conformaron hace unos 50 millones de años, mientras que los Andes del norte, de Colombia y Ecuador son montañas relativamente jóvenes, puesto que su más reciente levantamiento empezó sólo a finales del Mioceno, hace unos 25 millones de años.
El mar Caribe tiene su origen en el choque de las placas tectónicas, particularmente en los eventos que hace 40 millones de años dieron inicio al surgimiento de istmo centroamericano y al arco de las Proto–Antillas, episodio que concluyó hace 5.2 millones de años. A partir de entonces el Caribe dejó de ser parte del Pacífico para conformar un mar independiente, diferenciado del Atlántico, océano con el que limita por el nororiente de su cuenca semicerrada.
Estudios geológicos comprueban que las Antillas son de origen volcánico y que fueron empujadas por la placa del Pacífico hasta colisionar contra la placa del Atlántico; posteriormente formaron un arco de islas que debido a la compresión que ejercieron las placas Norteamericana y Suramericana, cerraron el paso a las aguas del Atlántico y terminaron de conformar el mar interior. En este proceso se formó la falla Beata de Colombia, que a su vez separó a Cuba del resto de las Antillas y abrió la fosa de los Caimanes entre las Antillas Mayores y las Menores.
Durante el Jurásico, hace 150 millones de años, América del Sur estaba unida a África, con la que formaba el subcontinente de Gondwana. A mediados del Cretáceo, hace 100 millones de años se separó de África, empezó a desplazarse hacia el occidente y durante los siguientes 100 millones años se convirtió en un continente aislado que tenía buena parte de su superficie bajo las aguas marinas; tiempo después empezó a retroceder el nivel del océano y se estableció una primera conexión con América del Norte por medio de una cadena de islas, la cual permitió el intercambio de elementos florísticos y faunísticos entre ambos continentes durante el Plioceno, hace unos 13 millones de años, mucho antes de levantarse el istmo de Panamá.
La formación de la costa Pacífica se inició con el desplazamiento de la placa Suramericana hacia el occidente y su colisión con la placa del Pacífico, lo que dio inicio al levantamiento de la cordillera de los Andes, hace unos 75 millones de años, en el lugar que actualmente ocupa la zona occidental de Ecuador. Las montañas del sur de Bolivia, Chile y Argentina se conformaron hace unos 50 millones de años, mientras que los Andes del norte, de Colombia y Ecuador son montañas relativamente jóvenes, puesto que su más reciente levantamiento empezó sólo a finales del Mioceno, hace unos 25 millones de años.
El mar Caribe tiene su origen en el choque de las placas tectónicas, particularmente en los eventos que hace 40 millones de años dieron inicio al surgimiento de istmo centroamericano y al arco de las Proto–Antillas, episodio que concluyó hace 5.2 millones de años. A partir de entonces el Caribe dejó de ser parte del Pacífico para conformar un mar independiente, diferenciado del Atlántico, océano con el que limita por el nororiente de su cuenca semicerrada.
Estudios geológicos comprueban que las Antillas son de origen volcánico y que fueron empujadas por la placa del Pacífico hasta colisionar contra la placa del Atlántico; posteriormente formaron un arco de islas que debido a la compresión que ejercieron las placas Norteamericana y Suramericana, cerraron el paso a las aguas del Atlántico y terminaron de conformar el mar interior. En este proceso se formó la falla Beata de Colombia, que a su vez separó a Cuba del resto de las Antillas y abrió la fosa de los Caimanes entre las Antillas Mayores y las Menores.