Tras la II Guerra Mundial, el mundo se dividió en dos bloques antagónicos. Esta situación de máxima tensión, pero que nunca llegó a estallar en una confrontación abierta, se conoció como Guerra Fría.
Durante cinco décadas, la Unión Soviética y Estados Unidos fueron las dos potencias mundiales hegemónicas que se disputaron la influencia sobre el resto de países del planeta. El colapso económico y las crisis políticas internas de la Unión Soviética terminaron con su disolución en 1991 y con el fin de la Guerra Fría.
Pero, ¿cuáles fueron los motivos para llegar a esta situación y cuáles las consecuencias actuales de la Guerra Fría?
Causas de la Guerra Fría
La Unión Soviética nació tras la Revolución Rusa de 1917. Los bolcheviques, liderados por Lenin, desalojaron del poder al zar Nicolás II y sustituyeron la monarquía absolutista rusa por un Gobierno controlado por el Partido Comunista. La industrialización que experimentó durante los años 30 y la victoria contra Alemania en la II Guerra Mundial convirtió a la Unión Soviética en una superpotencia mundial para 1945.
Estados Unidos, por su parte, fue un actor clave en las dos guerras mundiales. Intervino en favor de los Aliados en ambas contiendas, desequilibrando la balanza y logrando victorias militares decisivas. Sus enormes recursos naturales y su gran población la convirtieron en la otra gran potencia mundial tras la II Guerra Mundial.
Acabada la guerra, la competencia entre ambos estados no tardó en aparecer. Cada uno tenía un modelo económico contrapuesto que trataron de expandir por el resto de países del planeta. Además, su creciente industria les hacía competir por los recursos naturales, buscando ampliar sus zonas de influencia lo máximo posible.
En 1947, tan solo dos años después de la caída del nazismo, otra guerra parecía inevitable. Paradójicamente, fue el desarrollo de la tecnología militar lo que impidió que estallara un nuevo conflicto. Cuando ambos países se lanzaron en una alocada carrera por fabricar el mayor número posible de bombas atómicas pronto se hizo evidente que una guerra abierta llevaría a la mutua destrucción.
Consecuencias de la Guerra Fría
La Guerra Fría terminó por el desmoronamiento de la Unión Soviética. Las reformas de Mijail Gorbachov, que liberalizó la economía y concedió mayores libertades políticas, acabaron por generar una crisis mortal en la Unión Soviética.
Su disolución, en 1991, tuvo como principal consecuencia el predominio de Estados Unidos como única potencia mundial. Por otra parte, la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos durante la Guerra Fría, se ha convertido en una organización internacional mucho más amplia, en la que han entrado también antiguos países de la esfera soviética.
En el pasado quedaban innumerables guerras subsidiarias, patrocinadas por ambas potencias en terceros países como Corea, Vietnam o Afganistán, que provocaron miles de muertos y generaron problemas políticos aún sin resolver.
Además, la escalada militar de ambos países dejó un mundo plagado de cabezas nucleares, un peligro de autodestrucción que la raza humana llevará siempre consigo desde entonces.
Por otro lado, gracias a la competencia entre ambos países, el ser humano alcanzó un nivel de desarrollo tecnológico inimaginable unas décadas atrás. Los programas espaciales conjuntos entre todos los países del planeta son una muestra de hasta dónde puede llegar la humanidad cooperando en lugar de viviendo en permanente conflicto.
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La Guerra Fría, causas y consecuencias
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Junio 2018
guerra fria causas y consecuencias
Tiempo estimado de lectura: 3 minutos.
Tras la II Guerra Mundial, el mundo se dividió en dos bloques antagónicos. Esta situación de máxima tensión, pero que nunca llegó a estallar en una confrontación abierta, se conoció como Guerra Fría.
Durante cinco décadas, la Unión Soviética y Estados Unidos fueron las dos potencias mundiales hegemónicas que se disputaron la influencia sobre el resto de países del planeta. El colapso económico y las crisis políticas internas de la Unión Soviética terminaron con su disolución en 1991 y con el fin de la Guerra Fría.
Pero, ¿cuáles fueron los motivos para llegar a esta situación y cuáles las consecuencias actuales de la Guerra Fría?
Causas de la Guerra Fría
La Unión Soviética nació tras la Revolución Rusa de 1917. Los bolcheviques, liderados por Lenin, desalojaron del poder al zar Nicolás II y sustituyeron la monarquía absolutista rusa por un Gobierno controlado por el Partido Comunista. La industrialización que experimentó durante los años 30 y la victoria contra Alemania en la II Guerra Mundial convirtió a la Unión Soviética en una superpotencia mundial para 1945.
Estados Unidos, por su parte, fue un actor clave en las dos guerras mundiales. Intervino en favor de los Aliados en ambas contiendas, desequilibrando la balanza y logrando victorias militares decisivas. Sus enormes recursos naturales y su gran población la convirtieron en la otra gran potencia mundial tras la II Guerra Mundial.
Acabada la guerra, la competencia entre ambos estados no tardó en aparecer. Cada uno tenía un modelo económico contrapuesto que trataron de expandir por el resto de países del planeta. Además, su creciente industria les hacía competir por los recursos naturales, buscando ampliar sus zonas de influencia lo máximo posible.
En 1947, tan solo dos años después de la caída del nazismo, otra guerra parecía inevitable. Paradójicamente, fue el desarrollo de la tecnología militar lo que impidió que estallara un nuevo conflicto. Cuando ambos países se lanzaron en una alocada carrera por fabricar el mayor número posible de bombas atómicas pronto se hizo evidente que una guerra abierta llevaría a la mutua destrucción.
Consecuencias de la Guerra Fría
La Guerra Fría terminó por el desmoronamiento de la Unión Soviética. Las reformas de Mijail Gorbachov, que liberalizó la economía y concedió mayores libertades políticas, acabaron por generar una crisis mortal en la Unión Soviética.
Su disolución, en 1991, tuvo como principal consecuencia el predominio de Estados Unidos como única potencia mundial. Por otra parte, la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos durante la Guerra Fría, se ha convertido en una organización internacional mucho más amplia, en la que han entrado también antiguos países de la esfera soviética.
En el pasado quedaban innumerables guerras subsidiarias, patrocinadas por ambas potencias en terceros países como Corea, Vietnam o Afganistán, que provocaron miles de muertos y generaron problemas políticos aún sin resolver.
Además, la escalada militar de ambos países dejó un mundo plagado de cabezas nucleares, un peligro de autodestrucción que la raza humana llevará siempre consigo desde entonces.
Por otro lado, gracias a la competencia entre ambos países, el ser humano alcanzó un nivel de desarrollo tecnológico inimaginable unas décadas atrás. Los programas espaciales conjuntos entre todos los países del planeta son una muestra de hasta dónde puede llegar la humanidad cooperando en lugar de viviendo en permanente conflicto.
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