Mafeforero
La Batalla de Verdun fue la batalla mas larga En el terreno donde se llevaron a cabo los enfrentamientos se construyó un monumento donde reposan mezclados los restos de miles de soldados de los dos países, que no pudieron ser identificados . Si hablamos en términos de bajas, o de sufrimiento de los combatientes, la Batalla de Verdún probablemente esté en la lista de las batallas más terribles de la historia. El pequeño pueblo de Verdún descansa en un círculo de colinas, donde el principal camino a París cruza por el Río Meuse. Los alemanes tomaron ese paso tras un largo asedio en 1870, y diez años después ya se había convertido en un enclave fundamental de la nueva frontera franco-alemana.
A finales de 1915, los dirigentes del ejército alemán empezaron a centrar sus esperanzas ofensivas en este punto neurálgico. Pensaban que, en una posición muy favorable para que las tropas germanas estuvieran bien suplidas y apoyadas desde atrás, un ataque en Verdún haría que las tropas aliadas tuvieran que valerse de todo hombre disponible, de todo recurso capaces de movilizar, para defender la colina. Si no se conseguía tomar la ciudad, al menos se abrirían otros frentes y se asestaría al enemigo un golpe mortal, o eso pensaban los alemanes.
En efecto, el estado de las defensas de Verdún alarmó a la mayoría de los dirigentes del ejército francés. Muchos advirtieron que era del todo necesario reforzar la ciudad, y construir mejores defensas, pero el Comandante en Jefe francés Joffre desestimó unos consejos que él consideraba demasiado alarmistas
A finales de 1915, los dirigentes del ejército alemán empezaron a centrar sus esperanzas ofensivas en este punto neurálgico. Pensaban que, en una posición muy favorable para que las tropas germanas estuvieran bien suplidas y apoyadas desde atrás, un ataque en Verdún haría que las tropas aliadas tuvieran que valerse de todo hombre disponible, de todo recurso capaces de movilizar, para defender la colina. Si no se conseguía tomar la ciudad, al menos se abrirían otros frentes y se asestaría al enemigo un golpe mortal, o eso pensaban los alemanes.
En efecto, el estado de las defensas de Verdún alarmó a la mayoría de los dirigentes del ejército francés. Muchos advirtieron que era del todo necesario reforzar la ciudad, y construir mejores defensas, pero el Comandante en Jefe francés Joffre desestimó unos consejos que él consideraba demasiado alarmistas