Control internacional de armas, conjunto de tratados, proclamaciones, convenios y acuerdos tácitos,'para la limitación de¡ alcance destructor de la guerra mediante el control de¡ uso de las armas y la tecnología militar.
La guerra parece ser una parte integral de la condición humana. Desde el año 1000 a.C. menos de 300 años se han visto libres de conflictos armados; los pueblos siempre han reconocido, sin embargo, la locura, desolación, brutalidad e inhumanidad de la guerra, y han intentado con insistencia limitar su poder de devastación y el desarrollo de armas cada vez más destructivas.
HISTORIA
Uno de los primeros intentos de limitar el alcance de la guerra fue el desarrollado por la Liga de Anfictionía, una alianza cuasi religiosa formada por la mayoría de las tribus griegas, constituida antes de¡ siglo VII a.C. Los miembros de la Liga se comprometían a restringir sus acciones bélicas contra otros miembros. Así, por ejemplo, les estaba prohibido cortar el suministro de agua a una ciudad asediada. La Liga estaba facultada para imponer sanciones a los asociados que violaran sus reglas, entre las que se incluían multas y expediciones de castigo, y podía exigir a sus miembros fondos y tropas con ese propósito.
Control internacional de armas, conjunto de tratados, proclamaciones, convenios y acuerdos tácitos,'para la limitación de¡ alcance destructor de la guerra mediante el control de¡ uso de las armas y la tecnología militar.
La guerra parece ser una parte integral de la condición humana. Desde el año 1000 a.C. menos de 300 años se han visto libres de conflictos armados; los pueblos siempre han reconocido, sin embargo, la locura, desolación, brutalidad e inhumanidad de la guerra, y han intentado con insistencia limitar su poder de devastación y el desarrollo de armas cada vez más destructivas.
HISTORIA
Uno de los primeros intentos de limitar el alcance de la guerra fue el desarrollado por la Liga de Anfictionía, una alianza cuasi religiosa formada por la mayoría de las tribus griegas, constituida antes de¡ siglo VII a.C. Los miembros de la Liga se comprometían a restringir sus acciones bélicas contra otros miembros. Así, por ejemplo, les estaba prohibido cortar el suministro de agua a una ciudad asediada. La Liga estaba facultada para imponer sanciones a los asociados que violaran sus reglas, entre las que se incluían multas y expediciones de castigo, y podía exigir a sus miembros fondos y tropas con ese propósito.