Durante la colonización de los españoles en los territorios de América, la relación con los indígenas era bastante complicada, negativas completamente para los grupos indígenas. En gran parte podemos afirmar que hubo de los tres elementos, siendo necesario dejar claro la cantidad de tiempo e intensidad de cada uno.
La explotación de los indígenas fue cabal y completa, fueron considerados menos que los europeos y que, de paso, dada las condiciones tecnológicas, no podían poner oposición alguna ante los trabajos forzosos y abusos cometidos por los españoles. Y dicha explotación iba desde temas sexuales, al trabajo forzado en campos agrícolas hasta minas con condiciones para la vida cuanto menos bastante riesgosas.
El primer punto lleva en parte al tema del exterminio, al no haber importancia alguna por la vida ajena y sin ningún tipo de interés genuino de preservarlos, los indígenas sufrieron grandes pérdidas humanas (incluyendo las disputas internas entre tribus, algunas fomentadas por españoles, caso inca y azteca).
Las relaciones comerciales en un principio si existieron, pero como mucho habrán durado un siglo o incluso menos. Los españoles observaron dos cosas: Podían obtener tratos comerciales sumamente injustos (el famoso ejemplo de espejos por oro) y que después no tenían la necesidad de intercambios, tenían la fuerza para oprimir y arrebatar los recursos.
Durante la colonización de los españoles en los territorios de América, la relación con los indígenas era bastante complicada, negativas completamente para los grupos indígenas. En gran parte podemos afirmar que hubo de los tres elementos, siendo necesario dejar claro la cantidad de tiempo e intensidad de cada uno.
La explotación de los indígenas fue cabal y completa, fueron considerados menos que los europeos y que, de paso, dada las condiciones tecnológicas, no podían poner oposición alguna ante los trabajos forzosos y abusos cometidos por los españoles. Y dicha explotación iba desde temas sexuales, al trabajo forzado en campos agrícolas hasta minas con condiciones para la vida cuanto menos bastante riesgosas.
El primer punto lleva en parte al tema del exterminio, al no haber importancia alguna por la vida ajena y sin ningún tipo de interés genuino de preservarlos, los indígenas sufrieron grandes pérdidas humanas (incluyendo las disputas internas entre tribus, algunas fomentadas por españoles, caso inca y azteca).
Las relaciones comerciales en un principio si existieron, pero como mucho habrán durado un siglo o incluso menos. Los españoles observaron dos cosas: Podían obtener tratos comerciales sumamente injustos (el famoso ejemplo de espejos por oro) y que después no tenían la necesidad de intercambios, tenían la fuerza para oprimir y arrebatar los recursos.