El presente artículo pretende analizar las causas lejanas del terrorismo procedente de países islámicos. Los orígenes del terrorismo global de hoy en día están bien anclados en la guerra contra la ex Unión Soviética que se desarrolló en tierras afganas. La gestión de la posguerra por los diferentes actores políticos involucrados en el conflicto contribuyó en la consolidación del yihadismo que se propagó aprovechando el vacío político y el abandono de Afganistán después de la guerra. Por otra parte, la represión del islamismo moderado en los países árabes provocó un proceso de radicalización que se alimentaba directamente de un discurso violento que vino a sustituir el discurso tradicional del islam político. La gestión del campo religioso por los regímenes de los países árabes e islámicos no aportó ninguna solución al problema del radicalismo, pues los ulemas oficiales no estaban capacitados para contrarrestar el avance del extremismo ni para sustituir a un actor político importante como los islamistas, cuyo discurso necesita actualmente una reforma profunda.
Respuesta:
Espero que te sirva
Explicación:
El presente artículo pretende analizar las causas lejanas del terrorismo procedente de países islámicos. Los orígenes del terrorismo global de hoy en día están bien anclados en la guerra contra la ex Unión Soviética que se desarrolló en tierras afganas. La gestión de la posguerra por los diferentes actores políticos involucrados en el conflicto contribuyó en la consolidación del yihadismo que se propagó aprovechando el vacío político y el abandono de Afganistán después de la guerra. Por otra parte, la represión del islamismo moderado en los países árabes provocó un proceso de radicalización que se alimentaba directamente de un discurso violento que vino a sustituir el discurso tradicional del islam político. La gestión del campo religioso por los regímenes de los países árabes e islámicos no aportó ninguna solución al problema del radicalismo, pues los ulemas oficiales no estaban capacitados para contrarrestar el avance del extremismo ni para sustituir a un actor político importante como los islamistas, cuyo discurso necesita actualmente una reforma profunda.