El movimiento del llamado “arte de compromiso social” emerge en Venezuela un poco antes de los años cuarenta del siglo pasado, con artistas como Pedro Centeno Vallenilla, Francisco Narváez, Juan Vicente Fabbiani y Armando Barrios, entre otros. Con la ambigüedad de esa calificación de “compromiso social” se incluían genéricamente obras de inspiración nativista y más o menos “costumbrista”, pero poco contestatarias y vagamente políticas. Esa corriente, más pictórica que escultórica, representaba una discrepancia en relación al modelo de paisajismo colorista que se había impuesto en Venezuela desde el Círculo de Bellas Artes, en 1912, porque introdujo o rescató el tema de la figuración.
El movimiento del llamado “arte de compromiso social” emerge en Venezuela un poco antes de los años cuarenta del siglo pasado, con artistas como Pedro Centeno Vallenilla, Francisco Narváez, Juan Vicente Fabbiani y Armando Barrios, entre otros. Con la ambigüedad de esa calificación de “compromiso social” se incluían genéricamente obras de inspiración nativista y más o menos “costumbrista”, pero poco contestatarias y vagamente políticas. Esa corriente, más pictórica que escultórica, representaba una discrepancia en relación al modelo de paisajismo colorista que se había impuesto en Venezuela desde el Círculo de Bellas Artes, en 1912, porque introdujo o rescató el tema de la figuración.