Los aceites que se extraen de las semillas de mango y papaya como fuente de carbono ayudan al crecimiento y proliferación de las Xanthomonas, Acinetobacter bouvetii, Shewanella y Defluvibacter lusatiensis, que son capaces de degradar a los hidrocarburos contaminantes casi de inmediato.
Respuesta:
Los aceites que se extraen de las semillas de mango y papaya como fuente de carbono ayudan al crecimiento y proliferación de las Xanthomonas, Acinetobacter bouvetii, Shewanella y Defluvibacter lusatiensis, que son capaces de degradar a los hidrocarburos contaminantes casi de inmediato.