Respuesta:
Explicación:
Con la recuperación de argumentos humanitarios de la filosofía escolástica, principalmente
los intelectuales criollos formularon las bases de la génesis de la concepción latinoamericana
acerca del hombre; influidos por las ideas de la Ilustración y galvanizados con las respuestas
sistematizadas contra quienes propagaron la falacia de la inferioridad de los americanos.
Una amplia nómina de intelectuales del Nuevo Mundo, a fines del siglo XVIII y principios
del siglo XIX, contribuyó a consolidar el humanismo moderno, obra tanto de criollos como
de algunos peninsulares, religiosos como laicos, entre quienes destacaron: Antonio de
Alcedo, Francisco Javier Alegre, José Antonio Alzate, Ignacio Beteta, José Agustín Caballero,
Francisco José de Caldas, Jacinto Calera y Moreira, Francisco Javier Clavijero, Matías de
Córdova, José Joaquim da Cunha Azeredo Coutinho, Juan Benito Díaz de Gamarra, Juan
José de Eguiara y Eguren, Eugenio Espejo, Gregorio Funes, Manuel María Gorriño, Miguel
Hidalgo, José Antonio Liendo y Goicoechea, Juan Ignacio Molina, José Celestino Mutis,
Antonio Nariño, José Félix de Restrepo, Cayetano Rodríguez, Manuel de Socorro Rodríguez,
Simón Rodríguez, Cornelio de Saavedra, Buenaventura Suárez, Melchor de Talamantes,
Hipólito Unanue, Jacobo de Villaurrutia, Francisco Zea, etcétera.
Su obra intelectual la desparramaron en las más diversas actividades culturales: en la
cátedra, en las publicaciones periódicas, en la redacción de libros, en la participación de
tertulias, en la organización de sociedades económicas de amigos del país o participando en
labores de investigación en las expediciones científicas realizadas a finales del siglo XVIII y
principios del siglo XIX, entre otras.
Fue en la discusión que persistía sobre la humanidad de los aborígenes donde esclarecieron
los primeros rasgos de la concepción moderna del hombre y las normas de su comportamiento.
Nuestros pensadores buscaron trascender la discusión sobre la humanidad de los indios, como
primera y necesaria faena intelectual, para luego respaldar la pertinencia de forjar el perfil
de un nuevo hombre, como consecuencia de la posibilidad de iniciar otra época histórica
mediante el advenimiento de la independencia latinoamericana.
" Life is not a problem to be solved but a reality to be experienced! "
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Respuesta:
Explicación:
Con la recuperación de argumentos humanitarios de la filosofía escolástica, principalmente
los intelectuales criollos formularon las bases de la génesis de la concepción latinoamericana
acerca del hombre; influidos por las ideas de la Ilustración y galvanizados con las respuestas
sistematizadas contra quienes propagaron la falacia de la inferioridad de los americanos.
Una amplia nómina de intelectuales del Nuevo Mundo, a fines del siglo XVIII y principios
del siglo XIX, contribuyó a consolidar el humanismo moderno, obra tanto de criollos como
de algunos peninsulares, religiosos como laicos, entre quienes destacaron: Antonio de
Alcedo, Francisco Javier Alegre, José Antonio Alzate, Ignacio Beteta, José Agustín Caballero,
Francisco José de Caldas, Jacinto Calera y Moreira, Francisco Javier Clavijero, Matías de
Córdova, José Joaquim da Cunha Azeredo Coutinho, Juan Benito Díaz de Gamarra, Juan
José de Eguiara y Eguren, Eugenio Espejo, Gregorio Funes, Manuel María Gorriño, Miguel
Hidalgo, José Antonio Liendo y Goicoechea, Juan Ignacio Molina, José Celestino Mutis,
Antonio Nariño, José Félix de Restrepo, Cayetano Rodríguez, Manuel de Socorro Rodríguez,
Simón Rodríguez, Cornelio de Saavedra, Buenaventura Suárez, Melchor de Talamantes,
Hipólito Unanue, Jacobo de Villaurrutia, Francisco Zea, etcétera.
Su obra intelectual la desparramaron en las más diversas actividades culturales: en la
cátedra, en las publicaciones periódicas, en la redacción de libros, en la participación de
tertulias, en la organización de sociedades económicas de amigos del país o participando en
labores de investigación en las expediciones científicas realizadas a finales del siglo XVIII y
principios del siglo XIX, entre otras.
Fue en la discusión que persistía sobre la humanidad de los aborígenes donde esclarecieron
los primeros rasgos de la concepción moderna del hombre y las normas de su comportamiento.
Nuestros pensadores buscaron trascender la discusión sobre la humanidad de los indios, como
primera y necesaria faena intelectual, para luego respaldar la pertinencia de forjar el perfil
de un nuevo hombre, como consecuencia de la posibilidad de iniciar otra época histórica
mediante el advenimiento de la independencia latinoamericana.