Pueden resumir esto :
El ajo, cuyo nombre científico es Allium sativum, es una especie de planta con origen
en Asia central y que actualmente clasificada dentro de la familia Amarylildaceae.
Es una planta perenne con hojas planas y delgadas. El bulbo, de color blanco, forma
una cabeza dividida en gajos, a los cuales se les refiere comúnmente como dientes.
Actualmente, el ajo se utiliza en un aspecto culinario. Es utilizado como un
condimento o como sazonador debido a su sabor penetrante. La parte más
comúnmente utilizada de la planta del ajo son los dientes de los bulbos, debido a
que tienen un sabor penetrante que se endulza cuando es cocinado. Las hojas y las
flores de la planta del ajo también son comestibles y por lo general se consumen
cuando no han madurado y aun son blandos. El ajo ha llegado a ser una
componente esencial en muchos platillos en varias regiones del mundo y es
distribuido de manera amplia.
En realidad, desde hace más de 7,000 años, el ajo ha sido utilizado por el ser
humano (Esminger, 1994). Los Sumerios utilizaban el ajo como una herramienta
curativa y se cree fue posible que introdujeran el ajo a China, de dónde se repartió
a Japón y Corea (Petrovska y Ceskovska, 2010). En la China antigua el ajo continuó
usando como una herramienta curativa. Era recomendada para personas que
sufrían de depresión debida a sus efectos estimulante. En la medicina antigua de
India, el ajo era un remedio valioso utilizado como tónica para curar la falta de
apetito, debilidad general, tos, enfermedades de piel, reumatismo, hemorroides etc.
En el antiguo Egipto, el ajo se utilizaba como una planta curativa.
Subsecuentemente, conforme crecía el poder de los egipcios, el ajo comenzó a
utilizarse como un alimento y un remedio reservado para los pobres. Alimentaban a
sus esclavos con ajo para volverlos fuertes y capaces de soportar una mayor carga
de trabajo. Los antiguos israelitas utilizaban el ajo para matar parásitos. En la Grecia
antigua, Hipócrates menciona al ajo como un remedio en contra de parásitos
intestinales, un laxante y un diurético. Sucesivamente, distintas civilizaciones
continuaron usando el ajo como un remedio en contra de distintos padecimientos
(Petrovska y Ceskovska, 2010).
El registro histórico muestra que el ajo fue utilizado como remedio para distintos
padecimientos, lo cual sugiere que la planta tiene propiedades medicinales.
Distintas investigaciones apuntan a que la acción antibiótica en contra de algunas
bacterias por parte del ajo puede deberse a que éste contiene compuestos de
azufre, tales como la alicina. La alicina es liberada cuando el bulbo del ajo es
fracturado (Block, 1945). Debido a que la alicina es un compuesto inestable pierde
sus propiedades en periodo corto de tiempo, por lo que se debe utilizar el ajo fresco
(Lawson, Ransom y Hughes, 1992). Algunos estudios han comprobado que el
extracto de ajo a base de etanol tiene acción antimicrobiana efectiva en contra de
algunas especies de bacterias y hongos (Tedschi, Maietti, Boggian, Vecchiati y
Brandolini, 2007), sin embargo otros estudios concluyen que remedios tradicionales
dependientes del uso de un extracto acuoso de ajo tendrían poca o ninguna acción
mircobicida (Woods et al, 2009).
Cabe señalar que en ninguno de los estudios mencionados se prueba la acción
antimicótica del ajo en contra de hongos del género Penicillium. El ajo tiene un
efecto antimicótico cuando es puesto a prueba contra algunas especies de hongos,
mas no contra todas las especies probadas (Woods et al, 2009). Es por ello que se
requiere una prueba específica de la acción antimicótica por parte del ajo en contra
de Penicillium.
El género Penicillium, es un género de hongos Ascomycota que contiene a más de
300 especies conocidas. Penicillium se puede encontrar en varias partes del mundo,
especialmente en climas templados y moderados. Por lo general, las especies de
Penicillium son mohos con una tasa de crecimiento alta. La especie más reconocida
es el Pencillium chrysogenum, ya que ésta produce un antibiótico conocido como la
penicilina. Otras especies de hongo Penicillium son utilizados en la producción de
quesos y productos de carne variados. Otras especies de Penicillium son patógenas
a animales como mosquitos y ratas (Ustianowski, Sieu y Day 2008). Incluso otras
especies pueden provocar daños a maquinaria, combustible y lubricantes
(Semenov, Gumarlieva, Zaikov, 2003). Penicillium también puede provocar
reacciones alérgicas a personas sensibles a los mohos. Los hongos Penicillium
también representan una de las principales causas de putrefacción de alimento, con
especies como P. digitatum afectando frutos cítricos y P. expansum, por su parte,
afectando manzanas y peras (Balgrie, 2003). La habilidad de estas especies para
crecer en alimentos depende de qué tan propensos sean a crecer en un ambiente
con poca humedad y a su habilidad para colonizar de manera rápida por dispersión
aérea.