Ecologistas en Acción ha entregado al Ayuntamiento de Abarán y a los grupos políticos municipales el “Manual del árbol en la ciudad”, con el objetivo de ofrecer una herramienta práctica dirigida al mantenimiento y conservación del arbolado de las calles y parques, al tiempo que se plantean diversas propuestas que ayudan a mejorar la salud de los árboles.
Tener más árboles y mejor cuidados son cuestiones que, a juicio de la organización ecologista, también tienen una importancia evidente para los ciudadanos y su calidad de vida. La idea de hacer llegar estas propuestas a los responsables políticos y gestores municipales, viene dada por los continuos problemas que sufren los árboles urbanos, pues a pesar de todos los beneficios que la sociedad recibe de ellos, a menudo el trato que se le dispensa no se corresponde con su enorme utilidad y valor.
La agresión que se lleva la palma son las podas, tan severas y brutales que los dejan irremediablemente enfermos. En muchos casos las ramas procedentes de nuevos brotes crecen muy debilitadas, por lo que se desprenden con más facilidad, además de condenar al árbol a no tener nunca un crecimiento natural. Podar no es mutilar y por desgracia cada año en Abarán existen varios ejemplos de esta mala práctica, como en el Taray del Parque de la Noria o en el arbolado de los parques municipales.
A veces se talan y eliminan árboles o ajardinamientos completos por cambios en el “gusto estético” del concejal o regidor de turno. La mayoría de las veces, la barbarie se acompaña con una declaración de que los árboles estaban tremendamente enfermos o con grave peligro de caer al suelo. Otro de los grandes castigos para los árboles, son las continuas e incontables obras que se producen en las calles. Remodelaciones urbanísticas, aparcamientos subterráneos, pasos a distinto nivel, zanjas para servicios (conducciones de agua, electricidad, teléfonos, saneamiento), o la renovación de los pavimentos. Así ha pasado con el arbolado de La Era , que por primera vez desaparece por completo de esta plaza, cuyo entorno, cuajado de edificios y cemento, se ha convertido en pocos años en un lugar feo y desapacible.
Respuesta:
PROPUESTA
Ecologistas en Acción ha entregado al Ayuntamiento de Abarán y a los grupos políticos municipales el “Manual del árbol en la ciudad”, con el objetivo de ofrecer una herramienta práctica dirigida al mantenimiento y conservación del arbolado de las calles y parques, al tiempo que se plantean diversas propuestas que ayudan a mejorar la salud de los árboles.
Tener más árboles y mejor cuidados son cuestiones que, a juicio de la organización ecologista, también tienen una importancia evidente para los ciudadanos y su calidad de vida. La idea de hacer llegar estas propuestas a los responsables políticos y gestores municipales, viene dada por los continuos problemas que sufren los árboles urbanos, pues a pesar de todos los beneficios que la sociedad recibe de ellos, a menudo el trato que se le dispensa no se corresponde con su enorme utilidad y valor.
La agresión que se lleva la palma son las podas, tan severas y brutales que los dejan irremediablemente enfermos. En muchos casos las ramas procedentes de nuevos brotes crecen muy debilitadas, por lo que se desprenden con más facilidad, además de condenar al árbol a no tener nunca un crecimiento natural. Podar no es mutilar y por desgracia cada año en Abarán existen varios ejemplos de esta mala práctica, como en el Taray del Parque de la Noria o en el arbolado de los parques municipales.
A veces se talan y eliminan árboles o ajardinamientos completos por cambios en el “gusto estético” del concejal o regidor de turno. La mayoría de las veces, la barbarie se acompaña con una declaración de que los árboles estaban tremendamente enfermos o con grave peligro de caer al suelo. Otro de los grandes castigos para los árboles, son las continuas e incontables obras que se producen en las calles. Remodelaciones urbanísticas, aparcamientos subterráneos, pasos a distinto nivel, zanjas para servicios (conducciones de agua, electricidad, teléfonos, saneamiento), o la renovación de los pavimentos. Así ha pasado con el arbolado de La Era , que por primera vez desaparece por completo de esta plaza, cuyo entorno, cuajado de edificios y cemento, se ha convertido en pocos años en un lugar feo y desapacible.
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No podemos cortar los arboles porque de ahi podemos respirar aire libre