El neocolonialismo es la práctica geopolítica que se encarga de utilizar el mercantilismo, la globalización empresarial y el imperialismo cultural para influir en un país en el que grupos de oligarcas que hablan el mismo idioma y tienen la misma ciudadanía que los neocolonizados, establezcan una elite para dirigir las poblaciones, apropiarse de las tierras y recursos que poseen.
Durante las primeras décadas del siglo XX, el imperialismo de tipo militar, político y cultural dio paso al imperialismo económico. De esta forma las potencias prefirieron que sus colonias fueran mercados para sus productos de las industrias antes que otros militares y políticos. Esta situación se produjo porque los territorios colonizados independentistas acabaron con el dominio militar y político en sus territorios.
El neocolonialismo es diferente al colonialismo, que se caracteriza por un control directo. Así, se emplea la fuerza militar para la ocupación del país y se establecen colonos procedentes de la metrópolis en el territorio sujeto a la dominación. Los terratenientes, pertenecientes a lo que se denominó la "hacienda tradicional", continuaron produciendo para su propia subsistencia y la de la población campesina, vinculada a la hacienda por relaciones de tipo servil y, en algunos casos, abasteciendo a un mercado de amplitud regional.
El neocolonialismo es la práctica geopolítica que se encarga de utilizar el mercantilismo, la globalización empresarial y el imperialismo cultural para influir en un país en el que grupos de oligarcas que hablan el mismo idioma y tienen la misma ciudadanía que los neocolonizados, establezcan una elite para dirigir las poblaciones, apropiarse de las tierras y recursos que poseen.
Durante las primeras décadas del siglo XX, el imperialismo de tipo militar, político y cultural dio paso al imperialismo económico. De esta forma las potencias prefirieron que sus colonias fueran mercados para sus productos de las industrias antes que otros militares y políticos. Esta situación se produjo porque los territorios colonizados independentistas acabaron con el dominio militar y político en sus territorios.
El neocolonialismo es diferente al colonialismo, que se caracteriza por un control directo. Así, se emplea la fuerza militar para la ocupación del país y se establecen colonos procedentes de la metrópolis en el territorio sujeto a la dominación. Los terratenientes, pertenecientes a lo que se denominó la "hacienda tradicional", continuaron produciendo para su propia subsistencia y la de la población campesina, vinculada a la hacienda por relaciones de tipo servil y, en algunos casos, abasteciendo a un mercado de amplitud regional.