Agobiado por deudas millonarias en dólares con la comuna, por la carencia casi total de mantenimiento y problemas estructurales que representan un riesgo para usuarios del edificio y transeúntes, el Palacio Salvo tiene los días contados. En el mediano plazo, los montevideanos deberán acostumbrarse a una ciudad que no contará con uno de sus íconos más emblemáticos, porque será demolido. Así lo hicieron saber los integrantes del Departamento de Acondicionamiento Urbano de la Intendencia de Montevideo, a los periodistas que se acercaron allí tras conocer las declaraciones, al diario El País, del presidente de la Comisión Administradora del emblemático edificio, Ricardo Romero:"Hoy en día el Palacio Salvo es inviable. No podemos pagar absolutamente nada desde hace mucho tiempo".
En una improvisada conferencia de prensa, el vocero del departamiento de la intendencia encargado del tema, Jorge Canossa, transmitió con firmeza, no exenta de pena, la decisión a la que habían arribado: "nadie discute lo que significa el Palacio Salvo para todos los montevideanos, pero no podíamos esperar más para tomar el camino que tomamos. Nadie nos perdonaría que ocurriera un accidente, y nosotros de brazos cruzados. Por otro lado, quizás menos importante pero importante al fin, debemos defender a los ciudadanos que son buenos pagadores".
Agobiado por deudas millonarias en dólares con la comuna, por la carencia casi total de mantenimiento y problemas estructurales que representan un riesgo para usuarios del edificio y transeúntes, el Palacio Salvo tiene los días contados. En el mediano plazo, los montevideanos deberán acostumbrarse a una ciudad que no contará con uno de sus íconos más emblemáticos, porque será demolido. Así lo hicieron saber los integrantes del Departamento de Acondicionamiento Urbano de la Intendencia de Montevideo, a los periodistas que se acercaron allí tras conocer las declaraciones, al diario El País, del presidente de la Comisión Administradora del emblemático edificio, Ricardo Romero:"Hoy en día el Palacio Salvo es inviable. No podemos pagar absolutamente nada desde hace mucho tiempo".
En una improvisada conferencia de prensa, el vocero del departamiento de la intendencia encargado del tema, Jorge Canossa, transmitió con firmeza, no exenta de pena, la decisión a la que habían arribado: "nadie discute lo que significa el Palacio Salvo para todos los montevideanos, pero no podíamos esperar más para tomar el camino que tomamos. Nadie nos perdonaría que ocurriera un accidente, y nosotros de brazos cruzados. Por otro lado, quizás menos importante pero importante al fin, debemos defender a los ciudadanos que son buenos pagadores".