Hay un consenso global sobre el embarazo, y es que si el embrión o feto ponen en riesgo la vida de la madre, este se debe abortar a menos que haya una negativa rotunda por parte de los padres y aún así iría en contra del juramento hipocrático de defensa de la vida por parte de los médicos.
Ahora bien, si el embrión o feto está enfermo de algo que le va a impedir llevar su vida de forma natural o un desarrollo pleno, también se recomienda abortar; si el feto tiene una enfermedad que ponga en riesgo de vida a la madre, se aborta como mencionaba arriba. Por otro lado, la madre puede tener una enfermedad mortal, y estar embarazada, pero si el feto no se enferma o su evolución no empeora la salud de la madre, se puede continuar con el embarazo. En todos los casos, los derechos de las personas siempre van por encima del embrión o feto.
Hay un consenso global sobre el embarazo, y es que si el embrión o feto ponen en riesgo la vida de la madre, este se debe abortar a menos que haya una negativa rotunda por parte de los padres y aún así iría en contra del juramento hipocrático de defensa de la vida por parte de los médicos.
Ahora bien, si el embrión o feto está enfermo de algo que le va a impedir llevar su vida de forma natural o un desarrollo pleno, también se recomienda abortar; si el feto tiene una enfermedad que ponga en riesgo de vida a la madre, se aborta como mencionaba arriba. Por otro lado, la madre puede tener una enfermedad mortal, y estar embarazada, pero si el feto no se enferma o su evolución no empeora la salud de la madre, se puede continuar con el embarazo. En todos los casos, los derechos de las personas siempre van por encima del embrión o feto.