lunagatCómo se hace la pajarita de papel. La Pajarita de Papel. Frente a la plaza, piedra gris sobre piedra gris, se alzaba el castillo del rey. El castillo tenía dos torres almenadas, un gran escudo con una flor de lis y un mirador. Por el mirador se asomaba la cara pecosa de la princesa y sus trencitas coloradas.. También se asomaba su linda mano, cuando saludaba a Juan Luis, el vendedor de pajaritas de papel. Cada vez que Juan Luis veía a la princesa en el mirador, se olvidaba del precio de sus pajaritas, tropezaba con los bancos de la plaza y se caía en el agua del surtidor. Eso, porque Juan Luis estaba enamorado de la princesa. ¿Y la princesa quería a Juan Luis? La princesita había jurado y jurado que no se casaría más que con Juan luis. Esto, claro, en cuanto ella cumpliera los quince años y Juan Luis los dieciséis. Lástima que a la princesa se le había olvidado contárselo a su padre, el rey. Y, el rey, con la corona metida hasta las cejas, se pasaba el día y la noche hundido en los almohadones de su trono, pensando y pensando con quién casaría a la princesa. -La casaré con el sabio más sabio del reino -se decía-. Pero enseguida recordaba que el sabio más sabio era el astrólogo real. Y el astrólogo real era un viejecito con una barba tan larga, que para llevársela no bastaban los siete servidores que caminaban junto a su lado. -No. Con el más sabio no podrá ser -decidía el rey-. Casaré a la princesa con el más fuerte. Y ya iba a llamar a la princesa para decírselo, cuando recordó que el hombre más fuerte, pero más fuerte de todo el reino, era su